Informe Global del Gas 2022: Los gases naturales son clave para una transición sostenible

La Unión Internacional de Gas (IGU, por su sigla en inglés), Snam y el socio de conocimiento Rystad Energy, publicaron el Informe Global de Gas 2022 (GGR), con motivo de la 28.ª Conferencia Mundial de Gas de la IGU celebrada en Daegu, Corea.
25 de mayo de 2022.   La edición del Informe Mundial del Gas cubre dos años muy turbulentos en la industria mundial y los mercados energéticos. Los bloqueos por la pandemia de la Covid-19, con un breve período de exceso de oferta y precios muy bajos, dieron paso a mercados ajustados, volatilidad extrema de precios y un desafío geopolítico agravado para la seguridad energética, debido a la invasión de Rusia a Ucrania.
Además, para limitar el calentamiento global a 1,5 grados centígrados y cumplir con las ambiciones de cero emisiones netas para 2050, las emisiones de gases de efecto invernadero deberán alcanzar su punto máximo antes de 2025. Dentro del tiempo limitado, los gobiernos, los formuladores de políticas y la industria deberán desarrollar estrategias realistas y alcanzables para frenar las emisiones en todo el mundo en todos los sectores, y el gas natural, junto con los gases descarbonizados y de bajo o cero carbono, desempeñarán un papel fundamental en el apoyo a estas iniciativas.
Señala el Informe que“las emisiones han reanudado su tendencia alcista desde 2020, particularmente en el sector eléctrico, donde ha habido un aumento en la demanda posterior a la Covid-19 y un cambio de gas a carbón, ya que los precios del gas han superado a los del carbón. La situación se ha visto exacerbada por la escasez de suministro de energía mundial y el conflicto entre Rusia y Ucrania, por lo que revertir el cambio del gas al carbón requerirá un enfoque en la disponibilidad del energético y valorar el precio de las emisiones.” 
Agrega que el conflicto entre Rusia y Ucrania ha vuelto a poner en primer plano el tema de la seguridad energética y ha destacado el valor de diversificar el suministro, por lo que la infraestructura adicional, incluidas las instalaciones de importación y almacenamiento, puede aumentar la seguridad energética. 
El clima extremo durante los últimos dos años también ha puesto a prueba la seguridad energética, pero durante este tiempo el gas natural ha demostrado ser una fuente confiable de generación de electricidad que puede compensar las deficiencias de otras fuentes.
El futuro del gas está ligado a la sostenibilidad
Con su perfil bajo en carbono, el gas natural puede lograr reducciones inmediatas en las emisiones. Progresivamente, la industria del gas será un facilitador de tecnologías de gas con bajo o cero carbono, como hidrógeno, biometano y CCUS, a través de su suministro de materia prima, infraestructura y experiencia. 
Hoy en día, el hidrógeno azul y verde representan menos del 1 % de la demanda de hidrógeno, mientras que el biometano es solo el 1 % de la producción de gas, pero el interés en estos gases está aumentando, con más países comprometiéndose con objetivos y financiación. 
El "RePowerEU" de la Unión Europea prevé 35 billones de metros cúbicos (bmc) de biometano y 20 millones de toneladas (aproximadamente 70 bmc equivalentes) de demanda de hidrógeno limpio en Europa para 2030, lo que en conjunto representa alrededor del 25 % del mercado de gas natural de la UE en la actualidad.

Al comentar sobre los hallazgos del informe, el presidente de la UGI, Joe Kang, señala: “Está claro que la inversión en infraestructura de gas sigue siendo fundamental para satisfacer la demanda mundial de energía. Se hizo más urgente que nunca ayudar a resolver la crisis energética que hoy sufre el mundo. Sin embargo, es importante destacar que esta inversión y el crecimiento futuro del sector del gas conlleva la responsabilidad de ser compatible con los objetivos de la transición energética y el Acuerdo de París. La innovación tecnológica para aumentar la eficiencia y minimizar las emisiones a lo largo de la cadena de valor debe estar en el centro de estas inversiones”.

Por su parte, Stefano Venier, CEO Snam, señaló: “El mercado del gas se caracteriza actualmente por condiciones estrictas, precios altos y preocupaciones por la seguridad del suministro. La infraestructura de gas desempeñará un papel fundamental para respaldar la diversificación del suministro, creando mercados conectados y líquidos. La inversión en activos preparados para hidrógeno también permitirá el desarrollo a gran escala de gas descarbonizado, que será necesario para lograr una transición energética sostenible e inclusiva”.

Mientras que Jon Frederik Müller, socio y director de Consultoría Asia-Pacífico, Rystad, señaló: “Hemos visto una creciente volatilidad en el mercado del gas en los últimos años. Esto se ha debido a una serie de imprevistos como la pandemia de la Covid-19, el conflicto Rusia-Ucrania y fenómenos meteorológicos extremos. También tienen un impacto en los precios de mercado una serie de eventos planificados, como la transición del sistema energético con cierres de plantas de energía nuclear y una afluencia creciente de energías renovables intermitentes. La volatilidad resultante en los precios de la energía y los posibles déficits han vuelto a colocar la seguridad energética en un lugar destacado de la agenda. Además, con un acuerdo sobre la “reducción gradual del carbón” de la COP26, la implicación es clara: El gas seguirá desempeñando un papel clave para proporcionar al mundo una fuente segura de energía”.



                    

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