Sentimientos encontrados en la industria petrolera colombiana

2022 promete ser el año de la recuperación del sector de hidrocarburos, pero los vientos en contra podrían venir de la oposición de las comunidades y de un eventual gobierno hostil.

8 de marzo de 2022.   A diferencia de la primera gran crisis mundial del petróleo, ocurrida en 1973 a raíz del ataque de Siria y Egipto contra Israel y que desembocó en el embargo petrolero a Occidente por parte de los productores árabes, cuando Colombia fue sorprendida con una baja producción de hidrocarburos debido a que los contratos no eran atractivos para las empresas y por lo tanto se debía importar combustibles; en la actual crisis ocasionada por la invasión de Rusia a Ucrania, el país se encuentra en plena reactivación de la industria. No obstante, los peligros acechan al interior: los bloqueos y atentados a la infraestructura y la posible llegada al poder de un presidente que pretende acabar con el sector de petróleo y gas.

El 2022 se plantea como un año histórico para la recuperación de la industria colombiana de oil & gas.

Por un lado, la demanda de combustibles líquidos (diésel, gasolina y jet) creció 23.8% en 2021, marcando la recuperación de la economía pospandemia.

Por otro lado, con precios actuales que superan los 100 dólares por barril, una inversión estimada en 5.200 millones de dólares en toda la cadena del sector, cerca de 60 pozos exploratorios y unos 600 en producción, se espera que al cierre de 2022 se estén produciendo unos 800 mil barriles de petróleo por día y, de acuerdo con la Cámara Colombiana de Bienes y Servicios de Petróleo, Gas y Energía (Campetrol), las exportaciones de crudo y derivados podrían estar entre 18.000 y 21.700 millones de dólares, con un incremento entre 35% y 62% respecto a las exportaciones del sector en 2021. Además, Colombia es uno de los pocos países del mundo que tiene reservas de shale oil, para lo cual avanza en los proyectos piloto de investigación en el Magdalena Medio.

No obstante, si la oposición a la industria continúa (en 2021 se presentaron 600 incidentes de entorno y 26 atentados a la infraestructura) y llega a la presidencia una persona hostil al sector, la inversión extranjera podría desviarse a otros países con mejores condiciones como Guyana y Brasil.

Tal como señala Nelson Castañeda, presidente Ejecutivo de Campetrol, “con el nuevo panorama de precios internacionales del crudo, las principales variables macroeconómicas del sector podrían consolidar su senda de recuperación y normalización, alcanzando niveles cercanos a los de prepandemia. 


“Sin embargo, la alta incertidumbre con respecto a las tensiones geopolíticas generan riesgos que podrían profundizar la tendencia de recuperación, o limitarla en el corto y mediano plazo.”

Recordemos que en la crisis petrolera de 1973 los precios del crudo se cuadruplicaron, llevando a la inflación global y al racionamiento de combustibles. Hoy Colombia es autosuficiente y está en la senda de la recuperación ad portas de una bonanza petrolera, pero se requiere apoyo de las comunidades y del próximo gobierno; por eso la industria se encuentra con sentimientos encontrados.  

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