ANDEG: El país requiere una nueva subasta de cargo por confiabilidad

El parque térmico colombiano brinda la confiabilidad y firmeza para asegurar el suministro eléctrico ante la creciente demanda de energía. No obstante, la Resolución 133 de la CREG pone en riesgo no solo el funcionamiento del mercado eléctrico sino la permanencia de las plantas de generación existentes.

18 de noviembre de 2021.  Hidroituango tiene en vilo al sector energético colombiano; especialmente ahora que la demanda de energía viene creciendo por la reactivación del sector productivo. Efectivamente, en los primeros diez meses del año la demanda de electricidad creció 5,3%.

Si se cumplen los anuncios de EPM e Ituango entra a generar el próximo año, habría capacidad suficiente para cubrir la demanda; de lo contrario, comenzaría a verse un déficit con respecto a los estimativos de la UPME. Así lo advierte Alejandro Castañeda, director Ejecutivo de la Asociación Nacional de Empresas Generadoras (ANDEG).

“Tendríamos un déficit de energía firme para los años 2024, 2025 y 2026”, señala el dirigente gremial y sostiene que el Gobierno debe diseñar de inmediato una subasta de Cargo por Confiabilidad; sobre todo en estos momentos en que los proyectos térmicos han ampliado su plazo de construcción de 16 a entre 24 y 28 meses, debido a los desajustes que atraviesa la logística mundial para entregar equipos.

La situación tiende a agravarse con una reciente Resolución de la Comisión de Energía y Gas (CREG), que pretende cambiar las reglas para remunerar a las plantas de Cargo por Confiabilidad.

En ese contexto, ANDEG resalta la inconveniencia de la propuesta normativa contenida en la Resolución CREG 133 de 2021, dado que pone en riesgo no solo el funcionamiento del mercado eléctrico sino la permanencia de las plantas de generación existentes, al plantear una modificación al esquema del Cargo por Confiabilidad que afecta la predictibilidad en las señales de inversión, con lo que, bajo el concepto de “esquema competitivo para asignación de obligaciones de energía firme a plantas existentes” se pretende hacer un concurso que pone en riesgo la confiabilidad del sistema, ya que para el caso de plantas existentes, que no cuentan con ingresos adicionales al Cargo por Confiabilidad, se motivaría una salida anticipada de plantas, poniendo en riesgo el suministro de energía en Colombia.

Adicionalmente, señala el gremio, la propuesta regulatoria, que no cuenta con análisis de impacto regulatorio, afectaría a la cadena de abastecimiento de combustibles en el contexto del desarrollo de contratos de largo plazo, reduciendo, por ejemplo, el mercado de gas natural, lo que se traduce en un desincentivo a la inversión en el mercado de energía en Colombia.

“No es coherente que por un lado el Gobierno Nacional presente al sector térmico como el plan B para brindar el respaldo y confiabilidad al sistema, y por otro lado esté en consulta una resolución de la CREG con la cual se pone en riesgo la sostenibilidad de las plantas en el corto y el mediano plazo, al plantear esquemas que van a subremunerar a las plantas de generación existentes, haciéndolas financieramente inviables y forzándolas a salir del mercado. Esto significa que van a arriesgar la confiabilidad del sistema en una ruleta sin tener en cuenta el riesgo de desabastecimiento eléctrico”, resalta Castañeda.

La propuesta del gremio

Frente a lo anterior, ANDEG propone llevar a cabo un completo análisis costo – beneficio y de impacto regulatorio de la propuesta normativa, considerando escenarios energéticos, de formación de precios de energía, y sus efectos sobre la cadena de electricidad y gas natural.

“Es muy importante revisar la propuesta en el marco del balance del mercado de energía del país, asegurando una discusión regulatoria integral, considerando la confiabilidad, la calidad y la continuidad en la prestación del servicio de energía en Colombia, teniendo en cuenta las señales de inversión. Todo esto en línea con los estudios incluidos en la hoja de ruta de la Misión de Transformación Energética, que contribuyan a la reactivación económica en el contexto de la sostenibilidad de la cadena y atendiendo a las necesidades que la actual coyuntura presenta, donde el parque térmico es el plan B para asegurar la energía que el país necesita”,  concluye Castañeda.

Finalmente, cabe señalar que en lo corrido de 2021 las térmicas han aportado cerca del 17% de la generación de electricidad y han contribuido a dinamizar el mercado de combustibles, pues consumen el 20% del gas natural y 170.000 toneladas de carbón al mes.