El Gasoducto Néstor Kirchner comenzó a distribuir gas en Buenos Aires

El nuevo gasoducto troncal transporta gas natural desde Vaca Muerta hasta el punto de conexión en Salliqueló, en Buenos Aires, y desde allí por Neuba II llega a las centrales térmicas de esa región aregentina.

Desde el pasado 4 de agosto el Gasoducto Néstor Kirchner está inyectando parte de la producción de Vaca Muerta en la red de Buenos Aires. El miércoles por la noche se completó con éxito la conexión al gasoducto Neuba II y la línea quedó definitivamente en operaciones.

Pese a la viralización de videos y posteos sobre que el Gasoducto Néstor Kirchner era «una farsa», la obra se conectó finalmente al sistema del gasoducto Neuba II y desde entonces el nuevo gasoducto Néstor Kirchner ya transporta y entrega gas de Vaca Muerta a las redes de Buenos Aires.

La novedad fue confirmada por fuentes de Enarsa, la empresa estatal a cargo de la obra y concesionaria del nuevo gasoducto que de esta forma entró el jueves finalmente en operaciones, con la capacidad de poder transportar hasta 11 millones de metros cúbicos de gas natural por día y entregarlo a un sistema que está en funcionamiento desde 1986.

En esta primera etapa el gas que se transporte se destinará a las usinas que generan energía eléctrica, permitiendo así reducir la importación de gasoil y fuel oilque estaban utilizando y que tiene un alto costo, similar al del gas natural licuado (GNL).

Este destino de estos 11 millones de metros cúbicos diarios se fijó en el contrato que selló la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (Cammesa) con Enarsa, al tomar la totalidad del transporte del Gasoducto Néstor Kirchner para inyectar en el mismo el gas que tiene por contrato con las productoras por medio del Plan Gas.Ar.

Pero esto no implica que el nuevo gasoducto no redundará en más gas para industrias y hogares, ya que la producción que ya se transportaba por Neuba II podrá ahora redireccionarse, siempre que haya capacidad.

Vaca Muerta marcó récord en julio

Por otro lado, el ritmo de actividad en Vaca Muerta registró en julio su récord histórico al alcanzar un total de 1.380 etapas de fracturas, con el liderazgo de YPF que representa el 52% de ese desempeño.

Los datos corresponden al informe elaborado por Luciano Fucello, country manager de la firma internacional NCS Multistage, que revela el nivel de actividad de las compañías que operan en la formación de la Cuenca Neuquina.

De acuerdo con ese reporte, la actividad en la formación neuquina sumó en julio las 1.380 fracturas, unas 72 etapas más que las 1.157 de junio y apenas una más de las registradas en agosto de 2022.

De esta manera, la formación retomó su alto nivel de actividad de sus equipos tras meses de alta disparidad y el acumulado cerró en los primeros siete meses del año con 8.342 etapas, muy por encima del mismo período del año pasado.

El informe también detalló que durante mayo YPF volvió a ser la operadora que mayor nivel de fracturas alcanzó con 716 etapas, es decir poco más del 50% del conjunto de la operación, y en su caso trabaja con sets de fractura operados por las compañías de servicios Schlumberger y Halliburton.

Las empresas que completan el escenario de julio fueron Shell (201), Vista (136), Pan American Energy (114), Total (98), Pluspetrol (93) y Pampa Energía (22).

Entre las grandes compañías de servicios, Halliburton lidera el mercado de fracturas hidráulicas, con un 48% de la actividad, Schlumberger 29%, Calfrac 8%, Tenaris 7% y Weatherford 7%.

El reporte de Fucello destacó como conclusión que «la actividad de fractura se mantiene por debajo de lo previsto en el pronóstico para el año de unas 1.400 en promedio, pese a que los sets de fractura están en su máxima capacidad con siete compañías operadoras.

A pesar del récord de julio, advirtió que los problemas con las importaciones se hacen cada vez más presentes y amenazan la continuidad de las operaciones.

La técnica de fractura (fracking en inglés) es la forma en que se estimulan los pozos de recursos no convencionales como el de Vaca Muerta, y es un indicador para medir el nivel de actividad en los campos.

En Argentina, el termómetro de la actividad de los yacimientos no convencionales y la métrica comercial se da en términos de etapas de fractura, y no en cantidad de pozos o equipos de perforación activos, como lo es en yacimientos convencionales.

Existen estudios que vinculan directamente la cantidad de etapas de fractura con la producción de hidrocarburos en el futuro inmediato.

Una etapa de fractura se compone de aproximadamente 250 toneladas de arena y 1.500 m3 de agua inyectada a más de 10.000 PSI en boca de pozo, lo cual permite medir el movimiento económico, de equipamiento y logístico asociado a esto.

Así, sabiendo la relación directa entre etapas y producción, conociendo la cantidad de etapas del mercado, se puede predecir la producción inmediata.