Análisis de Germán Espinosa, presidente Ejecutivo de la Cámara Colombiana de Bienes y Servicios Petroleros (Campetrol).
6 de marzo de 2020. A finales de enero el coronavirus comenzó a generar pánico mundial tras conocerse que el número de contagios y víctimas mortales crecía rápidamente en China y comenzaba a propagarse a otros países de la región. Sin embargo, el temor de una posible pandemia era reducida, de tal manera que la afectación sobre el mercado de crudo no era tan alta. Se trataba de un efecto coyuntural cuyo impacto sobre la demanda de petróleo no sería considerable de controlarse rápidamente el virus y su propagación.
Cuatro semanas después el panorama mundial ha cambiado. El coronavirus es el centro de atención de la economía mundial y las organizaciones internacionales. El mundo enfrenta una situación de salud pública cuyo impacto pasó de ser únicamente sobre el mercado bursátil a tener efectos sobre la economía real.
Hoy se habla de más de 90.000 contagiados, más de 3.000 muertes asociadas al virus y presencia en más de 60 países, incluido Colombia. Este hecho ha jalonado los precios del crudo a la baja, de tal manera que el Brent cayó 13,1% de enero a febrero, y alcanzó mínimos no observados desde julio de 2017.
Esta situación es comparable con el virus SARS, que generó pánico en 2003 y cuyo origen también fue China. Centros de investigación de ese país señalaron que el coronavirus se asemeja en 80% al SARS, pero, dados los altos flujos de personas a nivel global, el coronavirus ha alcanzado una propagación y un impacto mucho más pronunciados, que dificultan su rápida contención. De esta manera, China ha optado por aislarse para lograr contener el virus, y ha limitado el comercia hacia y desde este país, impactando considerablemente la demanda de crudo.
Teniendo en cuenta que desde inicios de 2020 se temía que a lo largo del año se observara un exceso de oferta que impactara los precios, el riesgo es aún más alto con la reducción en la demanda que ha ocasionado el virus.
Las reacciones del sector petrolero a nivel mundial no se han hecho esperar. Importantes organizaciones de energía como la AIE y la EIA han reducido sus pronósticos de crecimiento en demanda, en 364 KBOPD Y 378 KBOPD, respectivamente. La EIA tomó como referencia el tiempo de duración y el tiempo de impacto del virus SARS en 2003, y concluyó que la mayor caída en demanda se daría en febrero, alcanzando un piso en marzo, y recuperándose poco a poco entre abril, mayo y junio, una duración total de 5 meses, la misma de la coyuntura de 2003.
Por otro lado, la OPEP y sus aliados, encabezados por Arabia Saudita y Rusia, estudian nuevamente la propuesta de incrementar la reducción en suministro en 600 mil barriles diarios, que había sido analizada a comienzos de febrero y descartada por Rusia, que decidió esperar y evaluar la evolución del virus.
Al momento de la publicación de este artículo, el cinco y seis de marzo en Viena estarán reunidos los países miembros del cartel y otros países aliados, con el fin de evitar una sobreoferta de crudo y jalonar los precios al alza.
Otras organizaciones han alertado sobre los impactos económicos del virus. La OCDE redujo su estimación de crecimiento mundial para 2020 del 2,9% que pronosticó previo a la aparición del coronavirus (en noviembre de 2019), a 2,4%. La economía mundial se recuperaría en 2021 y crecería 3,3%, según este organismo.
Así mismo, la OCDE redujo considerablemente el crecimiento de China en 2020, de 5,9% a 2,9%, dando así cuenta del gran impacto que el coronavirus está teniendo sobre la economía del gigante asiático, lo anterior, sumado a los impactos de la guerra comercial con Estados Unidos. En 2021, según indica la OCDE, China podría recuperar el crecimiento a 6,4%, si se reestablecen las relaciones con Estados Unidos, pero sobretodo, que se pueda contener el coronavirus en el primer trimestre de 2020.
Como consecuencia del virus, el pasado viernes 28 de febrero la Bolsa de Nueva York (NYSE) tuvo la peor caída desde la crisis financiera de 2008. Por su parte, la Organización Mundial del Comercio (OMC) señaló que el comercio global se ha reducido considerablemente, y el temor pasó de ser bursátil a verse reflejado en las cifras de comercio internacional que comenzarán a publicarse en las próximas semanas. En respuesta a lo anterior, Goldman Sachs redujo su pronóstico del precio Brent para 2020 de 63 USD/BL a 53 USD/BL.
Efectos en Colombia
Colombia no es ajena a la situación, y al ser un país dependiente de los ingresos petroleros, es muy vulnerable a esta coyuntura. En el Plan Financiero del Gobierno presupuesto para 2020 se contaba con un Brent de 60,5 USD/BL. Pero, según el Marco Fiscal de Mediano Plazo de 2019, en la medida que el precio del barril desciende un dólar se impacta la renta petrolera en un rango de entre 300 y 340 mil millones de pesos (cerca del 0,04% del PIB). Al escribir esta nota, el precio del Brent rondaba los 50 USD/BL.
Lo anterior tendría implicaciones directas sobre el ingreso de divisas vía exportaciones e Inversión Extranjera Directa. Así mismo, habrá que estar muy atentos a los impactos sobre las variables reales del sector petrolero, tales como la actividad de taladros y la producción.
Desde Campetrol creemos que las autoridades chinas y las organizaciones internacionales lograrán contener el virus, liberando el mercado de la incertidumbre que este ha ocasionado. Sin embargo, anticipamos que el crecimiento de la demanda agregada de crudo será débil a lo largo del año, por el alto impacto del virus sobre la economía china, el principal consumidor de crudo a nivel mundial. Esperamos que se generen los incentivos necesarios a la demanda que permitan recuperar la tendencia al alza en precios con la que abrió el 2020.