El poder transformador del gas natural en la lucha contra la pobreza

De acuerdo con el sector, ampliar el acceso al gas natural ayudará a mejorar la calidad de vida, elevar el bienestar de los hogares y reducir la pobreza.

Colombia es un país con una gran disponibilidad de gas natural, que, al desarrollar todo su potencial de reservas, se puede alcanzar una autosuficiencia de hasta 100 años de este energético. Y más allá de considerarlo un eslogan o solo un dato a futuro, la industria del gas natural en el país cuenta con una oportunidad única para financiar el desarrollo, alcanzar la transición energética y reducir la pobreza.

Además de ser el energético más eficiente en términos de reducción emisiones, puede brindar respaldo a las intermitencias de las energías eólica y solar, así como facilitar la diversificación de las fuentes de energía, con el desarrollo de gases renovables como el hidrógeno, el biometano y el biogás.

También se ha demostrado que el gas natural es una fuente de energía más limpia y eficiente que la leña, el carbón y los desechos, materiales que se siguen utilizando para cocinar en muchos hogares pobres y vulnerables para cocinar; pues al utilizar el gas, es posible reducir la contaminación del aire, mejorar la salud de las personas e impulsar el crecimiento económico en zonas rurales y urbanas.

De acuerdo con un reciente estudio publicado entre la Asociación Colombiana de Gas Natural (NATURGAS) y la firma Inclusión SAS, el 10,6% de los hogares pobres utilizan leña, carbón y desechos para cocinar, lo que representa una privación energética para cerca de 5,4 millones de personas, equivalente a 1,6 millones de hogares, que utilizan materiales altamente contaminantes para preparar sus alimentos. Un fenómeno que no es exclusivo de los hogares pobres.

De acuerdo con la Encuesta Nacional de Calidad de Vida (ECV) realizada por el DANE, la privación energética no es exclusiva de las zonas rurales remotas, también alcanza 14,1% de hogares en zonas urbanas intermedias y al 23,2% de las zonas rurales cercanas del país. Una realidad que afecta en su mayoría a mujeres, que las obliga a destinar más tiempo para labores del campo o en los oficios del hogar no remunerados, dicho uso del tiempo se acentúa en hogares de madres cabeza de hogar.

Ante este panorama, Luz Stella Murgas, presidente de Naturgas expresa que “además de reducir los índices de pobreza y cerrar brechas de desigualdad, el gas natural se confirma como una herramienta clave para superar la privación energética de los hogares que más lo necesitan. Para cumplir este objetivo se requiere de un esfuerzo conjunto entre el Gobierno, el Congreso, la industria y las comunidades para elevar el bienestar y construir unidos una sociedad más equitativa”.

De acuerdo con la industria del gas natural, este energético puede contribuir al bienestar monetario y reducir la pobreza energética, teniendo en cuenta que la conversión de GLP a gas natural en zonas urbanas e intermedias liberaría en promedio $62.000 mensuales de gastos en promedio; y una conversión de leña, carbón y desechos a gas natural sería neutral en relación con el gasto, lo que reduciría la privación en energía en un orden de magnitud de hasta 5 puntos porcentuales.

¿Cómo alcanzar el cambio social?

Además de analizar el panorama actual, así como las oportunidades que puede ofrecer el gas natural en el país, también identifico las posibles barreras o “cuellos de botella” para lograr un mayor acceso al mismo. Entre estas se destacan: la insuficiencia de contratos de exploración de gas natural, dinamizar la inversión en el sector, consolidar una agenda regulatoria y el rediseño de instrumentos que permitan reconocer el acceso al gas natural como un componente fundamental de una política de reducción de la pobreza y de mejoramiento del hábitat, entre otros.

Para garantizar el abastecimiento y confiabilidad del gas natural en Colombia, así como atender la demanda futura del energético, es necesario mantener y acelerar la actividad exploratoria. Esto nos permitirá mantener la confiabilidad del energético para los 10,8 millones de usuarios que hoy gozan de una mejor calidad de vida gracias a los beneficios económicos del gas natural, sin interrupciones; y también nos ayudará ampliar la cobertura para superar la pobreza energética en los 5,4 millones de personas que se encuentran en privación energética”, puntualiza Murgas.

Por esta razón, el sector ha instado al Gobierno a no cerrar la posibilidad de seguir suscribiendo nuevos contratos de exploración y producción, pues esta actividad permitirá asegurar nuevos hallazgos de gas en áreas que no han sido asignadas, lo que repercutirá en mantener la seguridad energética a largo plazo, apoyar las metas de reducción de pobreza y acelerar la transición energética justa que requiere el país.

De cara a los compromisos para alcanzar la carbono neutralidad a 2030 y definir el camino del futuro energético del país en beneficio de los más pobres, el Congreso Naturgas 2023 será el escenario en el que los representantes de toda la cadena del sector de gas natural, así como expertos en temas energéticos nacionales e internacionales, representantes del gobierno, empresarios, académicos y comunidades sumarán sus ideas para contribuir en este objetivo.

De acuerdo con Antonio Prado, exsecretario ejecutivo de la CEPAL, “el acceso a servicios energéticos de calidad es un elemento fundamental de la reducción de la pobreza y de la mejora de las condiciones ambientales de los grupos sociales más vulnerables”. Por esta razón, la industria trabaja de manera incansable para confirmar este energético como un aliado estratégico para reducir la pobreza energética, capaz de mejorar los resultados ambientales, económicos y sociales de los colombianos.

“Superar la privación energética y cerrar las brechas de desigualdad en el país será posible si Colombia se fija el objetivo de elevar su consumo per cápita en el marco de su estrategia de transición energética. Además, el gas natural se ratifica como un energético asequible con ventajas sociales frente a sus sustitutos más cercanos y cuenta con atributos de equidad, que le brindan una capacidad para contribuir al cambio social y aportar a la construcción de la economía popular”, concluye Murgas.