Con la elección por parte del Banco de Desarrollo de América Latina, antes Corporación Andina de Fomento (CAF), del ex ministro y actual director ejecutivo por Colombia y Perú del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) Sergio Díaz-Granados por un período de 5 años (2021–2026), se le abre a Colombia una ventana de oportunidad.
Por: AMYLKAR D. ACOSTA*
10 de julio de 2021. La CAF es un banco de fomento y desarrollo reconocida como una de las principales fuentes de financiamiento multilateral para la región, con aprobaciones que superan los US $14.000 millones anualmente. Es reconocida también como un centro de pensamiento de alto nivel y con proyección hemisférica.
La CAF nace con el Grupo Andino, hoy Comunidad Andina de Naciones (CAN) en 1968, que tuvo su origen en la Declaración de Bogotá y el Acuerdo de Cartagena, suscrito por Colombia, Chile, Ecuador, Perú y Venezuela, siendo presidente de Colombia Carlos Lleras Restrepo, impulsor de este esfuerzo integrador a nivel regional.
El convenio mediante el cual se creó como banco multilateral y agencia promotora del desarrollo y la integración regional se firmó en el Palacio de San Carlos, e nició formalmente sus operaciones en 1970, teniendo por sede a Caracas (Venezuela).
Huelga decir que Colombia, después de liderar este proceso de integración terminó propiciando su desintegración por el prurito de firmar el TLC con Estados Unidos en solitario, sin contar con los demás socios de la CAN, rompiendo la regla de oro que se había consensuado, propuesta precisamente por Colombia, según la cual toda negociación comercial con terceros se haría en bloque.
Luego, a consecuencia de ello y una vez que Colombia rompió filas, vino la desbandada, al punto que prácticamente el único organismo supérstite de este ensayo integracionista sigue siendo la CAF, la que tuvo que reinventarse y cobrar vida propia para no ser arrastrada por la crisis de la ahora irrelevante CAN.
El gran artífice del crecimiento y la transformación de la CAF tiene nombre propio, el peruano Enrique García, quien durante 25 años y hasta 2017 se desempeñó como su presidente ejecutivo.
Ello explica que hoy la CAF está integrada ya no sólo por los países que siguen haciendo parte de la lánguida CAN sino que se amplió a 19 países accionistas (17 latinoamericanos, además de España y Portugal), apalancada además por 13 bancos privados.
Entre su objeto misional tiene el de promover los Objetivos del Desarrollo Sostenible (ODS) con la participación tanto del sector público como privado. Impulsa, además, la Transición Energética en el propósito de estimular el desarrollo sostenible de los países latinoamericanos y del Caribe. En ello coincide con el BID y la CEPAL, otros dos organismos regionales.
Díaz-Granados es un profesional del Derecho, con una destacada carrera como servidor público y amplia experiencia, especialmente en lo atinente al desarrollo y la integración regional, impulsada por él desde el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo primero y desde el BID, después.
Tanto su desempeño en los cargos que ha ocupado, además de su paso por el Congreso de la República, le merecieron su elección por consenso, con la sola abstención de Venezuela, por razones obvias, al tiempo que el argentino Christian Asinelli, quien también aspiraba a la presidencia, asumirá la vicepresidencia del organismo.
En septiembre próximo asume Díaz-Granados la presidencia de la CAF, en un momento clave para Colombia, urgida de acceder a recursos para financiar la recuperación y la reactivación de la economía y enfrentada a dificultades para lograrlo luego de perder la calificación inversionista de su deuda soberana.
Es esta también la oportunidad, única y feliz, para que se le de un segundo aire a la CAN, que tanto lo necesita, sobre todo contando con la circunstancia excepcional de que el ex senador de la República Jorge Hernando Pedraza es ahora su secretario general, quien le ha dado un renovado impulso. ¡Enhorabuena!
*Exministro de Minas y Energía y miembro de número de la ACCE.