Un estudio independiente de oferta y demanda de electricidad elaborado por la Universidad Nacional y financiado por Acolgen, da cuenta de que a partir de 2025 el suministro de electricidad estaría comprometido, si no se expande el sistema de transmisión nacional.
El estudio ‘Desafíos y Oportunidades en la Generación y Transmisión de Energía Eléctrica en el SIN’, elaborado por la seccional Medellín de la Universidad Nacional, y contratado por la Asociación Colombiana de Generadores de Energía Eléctrica (Acolgen), concluye que, en el escenario más crítico pero más realista, a partir de 2027 comenzaría un déficit de energía en el país. Pero si las obras de transmisión contratadas no se terminan antes, la seguridad en el suministro eléctrico estaría comprometida a partir de 2025.
El estudio sobre el balance de oferta y demanda de energía hace especial énfasis en la energía firme y en las necesidades de expansión de generación y transmisión en el Sistema Interconectado Nacional (SIN).
El estudio se realizó con base en la información oficial de la UPME y XM, entidades que estiman un crecimiento de la demanda entre el 2,2 y el 3,4%, aunque los investigadores señalaron que el consumo real está creciendo al doble, al 5%.
Por el lado de la oferta, el estudio tomó como base los proyectos de generación que están aprobados, que contemplan 19,3 GW, que es el doble de los 19 GW actuales de capacidad que tiene el parque eléctrico nacional.
El estudio analizó cinco escenarios, entre el más optimista, donde entran todos los proyectos de generación aprobados, y el más pesimista, donde solo ingresan los proyectos que tienen contratos y puntos de conexión aprobados.
En el escenario más optimista, si todos los proyectos entran en operación, el país comenzaría a tener déficit de energía en el 2034. Pero en el escenario más pesimista, pero al mismo tiempo más realista, si entran solo los 26 proyectos que tienen compromisos y que corresponden al 19% del total (3,6 GW), la energía firme no sería suficiente para abastecer toda la demanda a partir de 2027.
“De esos 26 proyectos, 17 están ubicados en la región Caribe, incluidos los de La Guajira, que dependen del desarrollo de la línea de transmisión Colectora para iniciar operación. Esta línea tenía fecha de entrada inicial en 2022; ahora se espera que finalice entre 2025 y 2027”, señala el estudio.
Y ahí está precisamente el otro corto circuito del sistema eléctrico nacional. El retraso de los proyectos actuales y la falta de nuevos proyectos de expansión de la red de transmisión.
“Las redes, que son el esqueleto del sistema, no han crecido como se necesita. No se han podido conectar nuevos proyectos de energía (proyectos renovables en La Guajira que representan más de 2 GW, casi el 17% de la capacidad actual) y, sin esto, se tiene menos oferta en el mercado”, dice el estudio.
Pero no solo existen retraso en La Guajira, en áreas como Chocó, Cundinamarca, Meta y el resto del Caribe, al menos 51 proyectos de generación (de un total de 437 de la muestra) dependen de obras de transmisión para ser viables.
Así, el 90% de los proyectos eólicos y el 55% del total de los proyectos están condicionados a la finalización de obras de expansión de la red de transmisión nacional.
Según la información recolectada de la UPME, se encuentran 21 convocatorias de transmisión en ejecución, tres abiertas y once en publicación.
Frente a un posible déficit de energía en los próximos años, preocupa que el gobierno no haya nombrado en propiedad a los nuevos comisionados de la Comisión Reguladora de Energía y Gas (CREG) y que la Hoja de Ruta de la transición energética y la convocatoria de una nueva subasta de energía se hayan aplazado hasta 2024.
“El mercado necesita señales de estabilidad y de promoción desde el Ministerio de Minas y Energía, para que se puedan desarrollar nuevos proyectos de generación y transmisión, o se pondría en riesgo la atención de los colombianos desde 2025 en adelante”, concluye el estudio.