En la rueda de prensa de resultados del segundo trimestre del año, el presidente de Ecopetrol anunció que la empresa importará gas a partir de noviembre de 2024.
Ricardo Roa dijo que serían 50 millones de pies cúbicos diarios (MPCD), haciendo uso del derecho de comercialidad que le da el joint venture que tiene con Occidental Petroleum (Oxy) en la cuenca del Permian en los Estados Unidos.
En ese contrato, Oxy es el operador con el 51% de participación y Ecopetrol participa con el 49%. Cabe señalar que de esa operación de fracking se extraen en la actualidad 91.200 barriles diarios de crudo.
El gas importado por Ecopetrol sería ingresado por la única planta de regasificación con que cuenta Colombia: la Sociedad Portuaria El Cayao (SPEC), en Cartagena, que recientemente aumentó su capacidad de 400 a 450 MPCD.
Otras alternativas
Para sortear el déficit de gas que se viene para Colombia el próximo año, el directivo señaló que Ecopetrol explora otras alternativas. Entre ellas la instalación de una unidad flotante de regasificación anclada a la plataforma de Chuchupa (Hocol) en el mar Caribe.
La expectativa es que esa unidad pueda incorporar unos 140 MPCD, para lo cual está a la espera de la licencia de la autoridad ambiental.
Otra opción que mencionó Roa es la importación de 150 MPCD por Puerto Bahía, en Cartagena, a partir de junio de 2026.
En cuanto a alternativas de producción nacional, el directivo señaló que está la posibilidad de aumentar la producción del campo Arrecifes, para llevarlo de los actuales 4,8 MPCD a entre 20 y 30 MPCD.
Igualmente, del campo Floreña, que actualmente produce 350 MPCD, que en su mayoría se utiliza para reinyección en el mismo campo, se podrían destinar para el mercado entre 20 y 30 MPCD.
Venezuela, otra opción
Aunque el ministro de Minas y Energía, Andrés Camacho, mencionó recientemente que a hoy no hay ninguna posibilidad técnica, económica ni política de traer gas de Venezuela, Ecopetrol insiste en este proyecto.
Roa mencionó que desde noviembre de 2022 Ecopetrol le ha pedido a la Oficina de Control de Activos Extranjeros de los Estados Unidos (OFAC, por su sigla en inglés) la flexibilización de las sanciones que pesan sobre el régimen venezolano, para que Colombia pueda importar gas.
Recordemos que hay un tramo de 1,2 kilómetros del gasoducto Antonio Ricaurte que está desmantelado. Según Roa, la rehabilitación de la línea tiene un costo de 40 millones de dólares más otros 10 millones de dólares que requiere la planta de tratamiento para poner en condiciones el gas. Las inversiones debe hacerlas PDVSA como dueña de la infraestructura, pero hasta el momento no se ha movido una tuerca.
Finalmente, Roa pidió flexibilización en la forma de comercializar la molécula, para que la empresa pueda ofrecer el gas en bloque y no por campos como se hace en la actualidad.