IGU: Demanda global de gas crecerá 1,7 % en 2025

El más reciente Reporte Global de Gas Natural, publicado por la Unión Internacional de Gas (IGU), revela que la demanda mundial de gas natural alcanzó en 2024 los 4.122 Bcm (miles de millones de metros cúbicos), un aumento del 1,9 % frente a 2023.

El crecimiento de la demanda estuvo acompañado por un incremento de 65 Bcm en la producción global y por la expansión del comercio internacional de Gas Natural Licuado (GNL), que llegó a 555 Bcm.

El documento destaca que 2024 fue un punto de inflexión hacia mayor estabilidad en los mercados, tras la fuerte volatilidad que había puesto en riesgo la seguridad energética global en años anteriores.

El informe también advierte que la demanda mundial de energía seguirá aumentando hacia 2030, impulsada principalmente por el consumo eléctrico, con un ritmo acelerado en mercados como China e India, y por la creciente demanda de Norteamérica.

De mantenerse estas tendencias, la demanda incluso podría superar las proyecciones previstas debido a la rápida expansión de los centros de datos y al mayor uso de energía para refrigeración y aire acondicionado en medio de olas de calor cada vez más intensas.

Este informe confirma que nuestro desafío en América Latina no es solo producir más energía, sino asegurar que esta energía sea confiable, competitiva y sostenible. En la región y en Colombia, el gas natural es la fuente que garantiza que la transición energética avance sin poner en riesgo la seguridad del suministro y, al mismo tiempo, es determinante para reducir la pobreza energética. Tenemos la oportunidad de atraer inversión en infraestructura y tecnologías bajas en carbono que hagan del gas natural el motor de la transición energética”, aseguró Luz Stella Murgas, presidente de Naturgas y Coordinadora para América Latina y el Caribe para la IGU.

En paralelo, la publicación subraya que mientras las energías renovables como la solar y la eólica ganan protagonismo en los sistemas eléctricos globales, el gas natural se mantiene como un respaldo confiable y flexible. Su capacidad de respuesta inmediata frente a caídas en la generación renovable lo convierte en un estabilizador esencial de las redes, en particular durante sequías, olas de calor o fenómenos extremos que reducen la disponibilidad de energías limpias.

Finalmente, el informe señala que la creciente complejidad de los sistemas eléctricos y la presión de una demanda en aumento hacen urgente acelerar las inversiones en suministro, infraestructura y almacenamiento de gas natural y GNL.

Aunque existen cerca de 270 Bcm de capacidad de licuefacción en construcción hacia 2030, la volatilidad geopolítica, los cuellos de botella regulatorios y los retrasos en proyectos amenazan con desajustes de oferta en el corto plazo.

El mensaje es claro: “Más renovables exige más gas natural. El gas natural es un recurso de bajas emisiones, clave para acelerar la transición, la descarbonización de la economía y la reducción de pobreza”, concluyó Murgas.

Consulte aquí el Reporte Global del Gas Natural 2025.