Si se cumple el cronograma, Sirius podría entrar en producción entre 2030 y 2031, de acuerdo con estimaciones de Petrobras.
El campo Sirius en el mar Caribe es el gran hito sobre el cual están puestas todas las esperanzas de que Colombia vuelva a ser autosuficiente en gas natural, pues con un potencial de reservas estimado en 6 terapiés cúbicos (TPC), podría triplicar las actuales reservas probadas del país, de 2,1 TPC.
El proyecto entró en la etapa 3, que consiste en la preparación de las contrataciones de todos los servicios: ingeniería submarina, pozos y todo lo que está involucrado en el proceso de desarrollo de producción. No obstante, requiere estabilidad jurídica para que los tiempos se cumplan.
Durante el segundo Congreso de la ANH, realizado en Cartagena el 15 y 16 de octubre, Alcindo Moritz, presidente de Petrobras Colombia, expresó su preocupación por sentencias judiciales que puedan aumentar el número de comunidades. Una preocupación que no es menor pues están en juego inversiones que llegan a los 3.000 millones de dólares, donde Petrobras, que es el operador, tiene una participación del 44,44 %, y Ecopetrol del 55,56 %.
“Necesitamos estabilidad, la certeza de que nos quedaremos con las 120 comunidades, porque si empieza a aumentar el número, ahí sí puede impactar en el cronograma del proyecto”, dijo.
Y es que, aunque el proceso de consultas previas ya lleva unos dos años con un cincuenta por ciento de avance, a las 116 comunidades iniciales se les sumaron otras cuatro. La preocupación es fundamentada con lo que pasó con el proyecto de transmisión eléctrica de Colectora, donde el número de comunidades creció casi al doble, extendiendo los plazos del proyecto.
Moritz dijo que si ese proceso no se dilata, el proyecto podría estar produciendo gas entre 2030 y 2031.

Superado el proceso de las consultas previas, vendrían las solicitudes de licencias ambientales, que involucra un gasoducto desde el campo hasta la costa, que va a conectar cuatro pozos hasta la estación de Ballena, en La Guajira, para que el gas sea procesado allí y conectado al Sistema Nacional de Transporte.
El gasoducto tendría un diámetro de doce pulgadas y una capacidad de 470 millones de pies cúbicos, con lo cual cubriría el 50 por ciento de la demanda nacional y Colombia recuperaría la autosuficiencia.