Colombia, en la senda de las energías renovables

  • Aunque el mundo ya ha hecho un gran recorrido en las llamadas Fuentes no Convencionales de Energía Renovable (FNCER) y algunos países vecinos han tomado la delantera, estas energías ya son una realidad en el Colombia.

18 de abril de 2019.   Un panorama del estado del arte se vio durante el Tercer Encuentro Internacional de Energías Renovables, realizado a comienzos de abril en Barranquilla y organizado por la Asociación de Energías Renovables de Colombia (SER) y el Concejo Mundial de Energía Colombia (WEC, por su sigla en inglés).

En su discurso de inauguración, Germán Corredor, director Ejecutivo de SER-Colombia, señaló que para el caso colombiano, “la inclusión de plantas de energía con fuentes renovables no convencionales, no solo contribuye al cumplimiento de los compromisos del país en el COP21, al sustituir generación con combustibles fósiles, sino que tiene un efecto de complementariedad, el cual permite tener mejores condiciones de oferta en las épocas de sequía que produce el Fenómeno del Niño, reduciendo de esta manera la vulnerabilidad del sistema eléctrico frente al cambio climático.”

El dirigente destacó los avances del país en los últimos años en el camino de la penetración de las fuentes renovables no convencionales en Colombia: Se reglamentó la Ley 1715 y se establecieron los procedimientos para acceder a los beneficios tributarios definidos en ésta norma; se reglamentó el mecanismo de venta de excedentes para la autogeneración a pequeña escala y para la Generación Distribuida; se desarrolló la primera subasta de contratación de largo plazo, que aunque no se adjudicó, si permitió recoger lecciones para las próximas subastas que se realicen. 

Además, se han inscrito numerosos proyectos en el registro de la Unidad de Planeación Minero Energética (UPME); se ha incrementado la cantidad de solicitudes de conexión de proyectos con fuentes renovables, y se logró la eliminación del diagnóstico ambiental de alternativas para proyectos solares y eólicos.

Por su parte, José Antonio Vargas Lleras, presidente del WEC-Colombia, en la apertura del Encuentro señaló que las energías renovables contribuyen virtuosamente a las tres dimensiones del trilema de sostenibilidad energética: seguridad energética, equidad energética y sostenibilidad medio ambiental.

A nivel global, las energías renovables no convencionales representan hoy el 10,1% de la matriz de generación eléctrica. Desde 2007 la capacidad mundial de generación renovable se ha más que duplicado, pasando de 1.000 GW en 2007 a 2.195 GW en 2017. Las energías renovables no convencionales representaron en 2017 el 58,2% de las inversiones, equivalentes a 265 billones de dólares. Ese año hubo más adiciones en capacidad de solar foto voltaica (PV) que de energía nuclear y energía térmica combinadas.

Vargas recordó que este despliegue de las energías renovables no convencionales en el ámbito mundial ha sido posible gracias a las enormes disminuciones en los costos de estas tecnologías. Destacó, por ejemplo, que entre 2010 y 2017 los costos de la energía solar PV bajaron en 72%; los de la solar térmica, en 30%; los de la eólica, en 25%; y los de la eólica costa afuera, en 17%.

Por su parte, los escenarios energéticos del Consejo Mundial de Energía prevén una participación de las energías renovables no convencionales del 39% de la generación eléctrica mundial a 2060.

En cuanto a Colombia, el nuevo gobierno se comprometió con las FNCER y anunció la meta de pasar de 50 MW a 1.500 MW a 2022. En temas de reglamentación, el Decreto 570 de 2018 fue clave, pues reglamentó la introducción de las energías renovables no convencionales a la matriz energética del país, estableciendo los lineamientos para promover la contratación a largo plazo.

Sobre regulación, las Resoluciones 015 y 030 de la Comisión de Regulación de Energía y Gas (CREG) definieron la metodología para la remuneración de la actividad de distribución de energía eléctrica en el Sistema Interconectado Nacional (SIN) y reglamentaron la autogeneración a pequeña escala y la generación distribuida.

En obras concretas, el Grupo Energía de Bogotá puso en marcha la construcción del proyecto de interconexión Colectora en La Guajira, indispensable para conectar al SIN los proyectos de energía renovable que se desarrollaran en esa región. Además, se inauguraron la granja solar de Celsia en Bolívar, que cuenta con una capacidad de 8,06 MW, y el proyecto solar El Paso de Enel Green Power, con una capacidad de 86.2 MW.

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