Colombia: Potencial del hidrógeno en la transición energética

Colombia se ha consolidado como uno de los países con mayor progreso en materia de transición energética, posicionándose en los primeros lugares del Índice de Transición Energética del Foro Económico Mundial para América Latina y el Caribe.

Con la llegada de un nuevo gobierno, el Ministerio de Minas y Energía planea definir una estrategia para una transición energética justa, que busca tener en cuenta a las comunidades y regiones, además de reducir la dependencia por los hidrocarburos y el carbón de una manera acelerada.

Desde diferentes sectores del país, especialmente desde el sector de la producción y comercialización de energía, se han venido presentando tensiones debido a las declaraciones expuestas por el ministerio, precedidas por el plan de transición energética justa, con respecto a la suspensión de nuevos contratos de exploración de gas y petróleo y por la falta de claridad en cuanto a las cifras de las reservas de hidrocarburos.

La guiadelgas.com dialogó con Luis Carlos Parra, consultor de Hinicio, firma de consultoría especializada en energías renovables e hidrógeno, para entender mejor esta coyuntura ante los nuevos planes de transición energética.

¿Cuál es su percepción con respecto al desarrollo de la transición energética en Colombia?

Colombia ha sido uno de los países de América Latina que mayores avances ha logrado en materia de transición energética. Esto se ve reflejado en la implementación de políticas públicas que cimientan su proyección a largo plazo. Entre ellas, la expedición de la Ley 2099, que busca promover la transición energética y fortalecer el marco regulatorio sobre las Fuentes No Convencionales de Energía Renovable, e introducir al hidrógeno verde y azul en el marco de estas FNCER.

También, por la implementación de subastas de energía renovable; la reglamentación de la producción de hidrógeno de cero y bajas emisiones y el uso de la geotermia; el desarrollo de hojas de ruta en energía eólica costa afuera y la hoja de ruta del hidrógeno. Lo anterior respaldado con proyectos relevantes para el desarrollo de esta industria como la presentación del primer bus a hidrógeno para el transporte público en Bogotá, el proyecto piloto de mezcla de hidrógeno con gas natural y la utilización de hidrógeno verde en la refinería de Cartagena.

Estos avances han permitido que Colombia cuente con bases sólidas para promover esta transición, reconocimiento global como actor relevante en la discusión e interés por parte de organismos internacionales para invertir en proyectos de energías renovables, hidrógeno y otros vectores energéticos.

En la actualidad, veo que esa disposición sigue presente, quizás de una manera más acelerada.

¿Qué piensa sobre el Plan de Transición Energética Justa que se está planteando para los próximos años?

Me parece interesante que este plan no solo comprende la sustitución progresiva de la demanda de combustibles fósiles y una mayor eficiencia energética, sino también tiene en cuenta los impactos y oportunidades sociales asociados.

Es relevante tener en cuenta a las comunidades durante este proceso, comprendiendo sus necesidades y entendiendo que es importante que las mismas aprendan sobre estas nuevas tecnologías, tanto para la generación de empleo como para el crecimiento económico local.

Una transición energética justa no solo debe considerar la descarbonización como único objetivo, sino también contemplar aspectos de seguridad y equidad energética que permitan alcanzar un acceso universal, confiable y asequible a la energía por parte de toda la población. En otras palabras, la sostenibilidad debe ser vista como como un conjunto socioeconómico y ambiental.

¿Qué rol cumple el hidrógeno frente a estos planes de transición energética?

El hidrógeno es protagónico en la transición energética de Colombia por dos puntos principales. El primero es que este vector energético nos permitirá descarbonizar los nichos industriales donde el uso de electricidad es difícil de implementar, es muy costoso o simplemente es imposible de hacer. Por ejemplo, el transporte aéreo, algunos segmentos del sector marítimo, el transporte de carga de largas distancias o incluso el transporte masivo de personas, entre otros.

Por otro lado, Colombia goza de una posición privilegiada, no solo dotándola de recursos energéticos ideales para la producción del hidrógeno verde, sino también para conectar con los mercados que proyectan ser los más demandantes de este vector y sus derivados a nivel mundial.

De esta manera, el país no solo recibiría un beneficio interno en cuanto al cumplimiento de sus metas de descarbonización, sino también podría ayudar a otros países a conseguir sus propias metas. Colombia podría ser proveedor de hidrógeno verde de otros países que no cuentan con los recursos suficientes para su producción.

Es arriesgado decir que las exportaciones del hidrógeno verde sustituirían las exportaciones del petróleo o el carbón, sin embargo, en la medida que el país logre cerrar acuerdos de cooperación internacional y con ello poner su hidrógeno verde en los mercados más demandantes, la dependencia de la economía nacional podría desligarse paulatinamente de los combustibles fósiles y lograr una transición hacia una economía descarbonizada sin poner en riesgo las finanzas nacionales.

¿Por qué se está hablando de incertidumbre?

Siempre se ha hablado de que las reservas de gas natural varían de entre 6 a 8 años. Aunque esta cifra se actualiza en función de las exploraciones que se desarrollan en el país, el desconocimiento o dudas que hay sobre estas reservas en la actualidad y las declaraciones con respecto a no otorgar nuevos contratos para la exploración de hidrocarburos, son uno de los factores que ha generado incertidumbre en el mercado, sobre todo en un país donde el gas natural es parte importante de la matriz energética.

¿Cuáles oportunidades surgen de la transición energética en Colombia?

Colombia tiene la capacidad de estar entre los primeros cinco países del mundo que producirían hidrógeno renovable más barato a largo plazo, según la Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA) en su reporte “Global Hydrogen Trade to Meet the 1.5°C Climate Goal: Green Hydrogen Cost and Potential” de 2022.

En parte, esto se deriva por los recursos energéticos renovables con los que cuenta el país, razón por la cual es importante señalar que la electrificación de la economía colombiana, a través del uso de las energías renovables, también es una oportunidad potencial para Colombia y su transición energética.

En otros aspectos menos técnicos, el despliegue de toda la infraestructura requerida para producir la energía y los vectores energéticos requerirá de personas que la diseñen, construyan y operen, incurriendo así en la necesidad de personal capacitado para su despliegue. Esto significa que habrá generación de conocimiento, empleo y conciencia colectiva ante una oportunidad de explorar recursos que anteriormente no eran explorados.

Por último, la transición energética también implicaría una apuesta hacia la soberanía energética y alimentaria del país, pues el desarrollo de estas tecnologías disminuiría la dependencia hacia los combustibles fósiles y la volatilidad en el precio de estos, y podría, a través de la producción local de amoniaco y fertilizantes de bajas emisiones, reducir el impacto de variaciones de precios internacionales en estos commodities.

Colombia ahora depende de las exportaciones de petróleo, pero este combustible va a ser cada vez menos usado en el mundo y esto también es una oportunidad para que las empresas del sector minero y de hidrocarburos diversifiquen sus actividades en las décadas por venir.

¿Y en cuanto a desafíos?

Tenemos importantes desafíos de infraestructura. Por ejemplo, ante nuestras metas de descarbonización y producción de hidrógeno para exportación y consumo local planteadas hacia 2030-2040, ¿cómo hacemos para desarrollar infraestructura de captura y transporte (terrestre y marítimo) de hidrógeno y sus derivados, en un tiempo récord que permita exportar estos vectores energéticos y/o usarlos como parte de nuestro consumo interno?

Retos como estos, especialmente en regiones que tienen mayor accesibilidad a recursos naturales, pero menos desarrollo de infraestructura, son urgentes. Por ejemplo, en La Guajira hay excelentes recursos solares y eólicos, pero todavía no hay redes eléctricas robustas que permitan el transporte de esta energía hasta los centros de demanda, permitiendo el mejor aprovechamiento del potencial energético de la región. En este sentido resulta clave que el desarrollo de las tecnologías y la construcción de capacidades se fortalezca rápidamente.

Para ampliar esta información, Hinicio llevará a cabo el webinar: Hidrógeno verde y la coyuntura de la transición energética justa en Colombia, en el cual se discutirán los cambios, retos y nuevas perspectivas de las energías renovables y el hidrógeno ante los planes actuales de transición energética.

Mónica Gasca, directora de Hidrógeno Colombia; Martha Cobo, decana de la Universidad de La Sabana, y Emanuel Ramírez, coordinador Líder Técnio de Hidrógeno en FENOGE, serán parte de esta discusión.

Inscripciones en: https://register.gotowebinar.com/register/5048157380393622618?source=Website