El mercado de GNL en América Latina y el Caribe ha venido desarrollándose con fuerza y promete un mayor crecimiento.
Por: MÓNICA TORRES SIERRA*
Entre el 16 y 18 de octubre pasado se llevó a cabo el 4to Foro Internacional de GNL Global, en Panamá, en el que se discutió el estado del mercado del gas natural licuado (GNL) en América Latina y el Caribe, así como los retos y oportunidades en la región.
El GNL ha jugado un papel relevante para abastecer la región. Existen diferentes proyectos debido a la necesidad de garantizar la seguridad energética, lo que ha llevado a que este mercado avance considerablemente.
La crisis del gas ha llevado a que las importaciones de GNL hayan aumentado especialmente entre 2022 y 223. Además, la región está cambiando su preferencia por el spot, llevando a que más países confíen en el suministro de largo plazo de GNL, suscribiendo contratos entre 15 y 20 años, viabilizando cerca de 13 unidades flotantes de almacenamiento y regasificación (FSRU por su sigla en inglés) en la región en la última década.
Los países importadores son Chile, Argentina, República Dominicana, Puerto Rico, Jamaica, Colombia, Brasil, México, El Salvador y Panamá. Y se espera que Nicaragua en los próximos años inicie importaciones.
Perú y Trinidad y Tobago son los únicos países exportadores. Y se proyectan desarrollos de exportación desde México, Argentina, Surinam y Guyana.
¿Y Colombia?
Pese a que en los últimos 14 años la declinación de las reservas es una realidad, y a que el riesgo de desabastecimiento ha sido advertido con suficiencia, la política de abastecimiento ha fracasado.
Mientras no se materialicen las reservas de gas que se prevén en los más de 15 descubrimientos tanto off shore como on shore anunciados, Colombia requiere de mayor capacidad de importación, almacenamiento y regasificación.
Actualmente, el mercado internacional es el único que podría aportar nuevas moléculas a la oferta de gas en el país en el corto plazo y, para el efecto, la terminal de regasificación del Caribe, operada por SPEC y cuyo acceso es exclusivo a favor de tres generadores térmicos, será ampliada en dos fases.
La primera, que se espera esté lista el primer trimestre de 2025, permitirá una disponibilidad de 75 MPCD adicionales a los 400 MPCD actuales. Y la segunda, que estaría lista para el tercer trimestre de 2027, pondrá a disposición 133 MPCD adicionales a los 400 MPCD actuales.
Sin embargo, esta capacidad adicional que, si bien se ofrecerá a la demanda no térmica, no es suficiente para atender el déficit que se prevé desde finales de 2024.
En ese sentido, para 2026 será necesario viabilizar nueva infraestructura de importación. Y, para el efecto, se requiere que se permita al sector privado hacer las inversiones necesarias para aumentar la oferta.
Retos
El desarrollo de la industria del GNL en la región y Colombia se enfrenta a varios retos:
- Financiación: Las señales de largo plazo (entre 15 y 20 años) son fundamentales para lograr el cierre financiero de los proyectos, y garantizar que en las subastas de los proyectos participen inversionistas serios.
- Regulación y actores institucionales: La alineación entre la política pública y las necesidades del sector gas es fundamental para atraer inversionistas.
En Colombia, por ejemplo, para poder integrar la infraestructura de importación, almacenamiento y regasificación al mercado local, se requiere modificaciones regulatorias para que el mercado local coincida con las particularidades de mercado internacional de GNL.
- Búsqueda de la “solución perfecta”: La experiencia del proyecto de importación del Pacífico, en Buenaventura, genera no solo desconfianza al inversionista, sino que afecta la integración de la infraestructura de importación al mercado local.
- Comparar los precios del GNL frente al gas local: El mercado local le teme al aumento de los precios del gas importado. Si bien la molécula importada es más cara, el comportamiento del precio del gas en países como Colombia ha llegado a precios altos.
En cualquier caso, si la importación de gas aumenta, el precio del gas local también. Un país como Colombia debe decidir cuál es el gas caro que quiere pagar: el importado o el enterrado.
Oportunidades
Los proyectos de Micro GNL tendrán un rol fundamental. La importación vía ISO contenedores se proyecta como una solución para la atención de mercados regionales con difícil acceso a los sistemas de tubería.
En Colombia, esta tecnología puede contemplarse para viabilizar la importación necesaria para atender a la demanda no térmica, particularmente al sector industrial.
Por último, en Colombia, la demanda no térmica representa aproximadamente el 70% de la demanda total de gas. Por lo tanto, el mercado de GNL tiene tal potencial que se proyectan nuevas inversiones y desarrollos.
*Abogada especializada en el sector energético. Actualmente desempeña su práctica como Counsel del área de Energía & Cambio Climático.