Gobierno suspende el pago de subsidios al GLP en cilindros

Luego del ‘conejo’ que el Gobierno Petro les hizo a los distribuidores de energía con el no pago de la Opción Tarifaria y el retraso en los pagos de los subsidios de electricidad y gas natural, los pagos correspondientes al ‘Plan Piloto de Subsidios al GLP en cilindros’ están suspendidos desde julio de 2024 y los correspondientes a 2025 no aparecen en el Presupuesto General de la Nación.

La Asociación Colombiana del GLP (GASNOVA), gremio que agrupa a las compañías que distribuyen el GLP, emitió un llamado de alerta al gobierno nacional. “A pesar de nuestros reiterados llamados, el gobierno no ha reembolsado desde julio del 2024 los montos asignados a los subsidios para el consumo del GLP en cilindros, que han venido entregando las compañías distribuidoras de este combustible”, alertó Alejandro Martínez Villegas, presidente de GASNOVA.

El dirigente gremial indicó que el riesgo potencial en la continuidad de este plan de subsidios, afecta las familias más pobres del país que viven en regiones alejadas y no tienen opción de otro combustible para satisfacer sus necesidades de energía para la cocción de alimentos.

Reveló que la deuda al 31 de diciembre de 2024 por parte del Ministerio de Hacienda y Crédito Público a las empresas distribuidoras de Gas LP por subsidios ya entregados, asciende a $68 mil millones (sin incluir enero de 2025), a razón de $9.000 millones mensuales aproximadamente.

La falta de pago del subsidio afecta a 675.000 personas de escasos recursos de los estratos 1 y 2, incluyendo poblaciones de minorías étnicas y comunidades rurales de los seis departamentos del Plan Piloto (Nariño, Putumayo, el Macizo Colombiano del Cauca, Caquetá, San Andrés Islas y Amazonas), quienes dependen del GLP para cocinar.

“Lo más preocupante es que, por la falta de pago de los subsidios al consumo de GLP en cilindros, estos usuarios afectados se verán obligados a utilizar leña como combustible para cocinar, perjudicando así su salud pulmonar y aumentando la deforestación en el país”, lamentó Martínez Villegas.

La eliminación de los subsidios al GLP puede aumentar el costo de los cilindros para los estratos uno y dos hasta en un ciento por ciento, toda vez que el estrato uno contaba con un subsidio del 50% sobre el consumo básico, y el estrato dos del 40%.

Para el presidente de GASNOVA, es igualmente crítico que el rubro del Plan Piloto fue eliminado en el Presupuesto General de la Nación 2025. “Se eliminó la partida presupuestal que cubre este concepto, así que este programa de subsidios ni siquiera aparece en las cuentas del gobierno para este año”, precisó el dirigente gremial.

Finalmente, el presidente de GASNOVA puntualizó que el no pago de saldos de 2024 y la eliminación de la partida correspondiente en el presupuesto 2025 lucen como una señal del gobierno de suspender el plan piloto de subsidio al consumo de GLP en cilindros, máxime con la actual crisis fiscal declarada oficialmente, para que no continúe creciendo la deuda del Gobierno con las empresas del sector, a las que esta situación está afectando gravemente.

Retrasos en subsidios de GLP por redes

Por su parte, Sara Vélez, directora Ejecutiva de Agremgas, dijo que el GLP no solo llega a las comunidades a través de cilindros, sino que también se distribuye mediante redes similares a las del gas natural.

En el caso del GLP distribuido por redes, que beneficia a 300 mil de usuarios, el panorama es igualmente preocupante. Aunque el Ministerio de Minas y Energía ha liquidado los subsidios del primer y segundo trimestre de 2024 y parte del tercero, solo se ha pagado un 33% del total liquidado, dejando rezagos de casi un año en los pagos pendientes.

Para 2025, se estima que el presupuesto destinado a subsidios es de 839 mil millones de pesos, mientras que las necesidades anuales superan los 1.16 billones de pesos, generando un déficit proyectado de 320 mil millones de pesos. Esto pone en riesgo no solo la sostenibilidad de las empresas, sino también el acceso a un servicio básico para los usuarios más vulnerables.

“Frente al panorama actual, nos preocupan dos aspectos fundamentales: Primero, que el presupuesto asignado no sea suficiente para cubrir el valor total de los subsidios destinados a los usuarios, lo que obliga a las empresas a financiar con sus propios recursos un monto que debería ser asumido por el Estado. Segundo, que los pagos no se realicen dentro de los plazos establecidos por el reglamento del Ministerio de Minas y Energía, el cual estipula un retraso máximo de tres meses, cuando en la realidad estamos enfrentando demoras de hasta un año en la entrega de estos recursos», concluyo Vélez.