La situación de alteración en el transporte de carga provocada por el alza en el precio del combustible diésel comenzó a causar problemas de distribución de energéticos en varias regiones del país.
Según la Asociación Gremial Colombiana de Comercializadores de Gas (Agremgas), el 41 % de las fuentes de GLP se encuentra retenido debido a las manifestaciones. Mientras que, el 24 % de la oferta proveniente de las refinerías, que está asignado por contratos a un pequeño número de empresas, enfrenta serias dificultades de movilidad en las carreteras colombianas y su disponibilidad depende de la producción de las refinerías.
A esto se suma el 35 % de la oferta que proviene de los puertos de importación, lo que implica un costo más alto para el usuario final. Este panorama ha obstaculizado gravemente el transporte de GLP, impidiendo que este combustible esencial llegue a los usuarios, pese a los esfuerzos de las empresas por garantizar el suministro.
El gremio indicó que se ha reportado que cerca del 5 % de la demanda de GLP en Cusiana está siendo quemada por razones operacionales, para no afectar la producción de Gas Natural.
“Este 5 % es producto que se debería estar retirando para atender a los usuarios en lugar de incinerarlo, lo que no solo representa una pérdida significativa, sino que también agrava el potencial de desabastecimiento”, dijo Sara Vélez, presidente de Agremgas.
Ante estos desafíos, Agremgas hizo un llamado urgente al Gobierno Nacional para que asista con alternativas que permitan restablecer la movilidad y garantizar el suministro continuo y seguro de GLP a todas las regiones del país.
“La colaboración de las autoridades es vital en este momento crítico para salvaguardar el bienestar de los ciudadanos colombianos”, dijo Vélez.
Por su parte, la Cámara Colombiana de Bienes y Servicios Petroleros, Gas y Energía (Campetrol) señaló que, ante los impactos generados por los atentados a los oleoductos, la toma de la planta de gas Gibraltar y los bloqueos de vías, invita a privilegiar el diálogo directo y creativo, en busca de acuerdos estructurales que permitan la normalización de la situación, en beneficio de todos los colombianos.