Inauguran el primer sistema de almacenamiento de energía a gran escala en Latinoamérica

BESS del Desierto es el nombre de la central de Atlas Renewable Energy, ubicada en la región de Antofagasta, que cuenta con una capacidad de 200 MW y 800 MWh de almacenamiento, optimizando el uso de energía renovable en Chile.

BESS del Desierto es la primera central BESS (Sistema de Almacenamiento de Energía en Baterías, por su sigla en inglés) de gran escala de Chile y América Latina.

La inauguración se realizó el 24 de abril en la comuna de María Elena, Región de Antofagasta, Chile. En el evento, más de 100 personas se reunieron en pleno Desierto de Atacama para participar de este nuevo hito para el mercado eléctrico, que llega de la mano de Atlas Renewable Energy.
Gracias a su modalidad de almacenamiento, este sistema funcionará de forma completamente independiente y autónoma. Cuenta con una capacidad instalada de 200 MW y 800 MWh de almacenamiento, lo que equivale a la energía necesaria para movilizar cerca de 2.500 autobuses eléctricos de transporte público urbano con más de 500.000 km de autonomía, o recorrer más de 100 veces la longitud de Chile.
Emplazada en más de tres hectáreas, BESS del Desierto optimizará -a través de sus 320 baterías- el uso de energía solar, almacenándola en horarios de abundancia y reinyectándola a la red en momentos de alta demanda.

Se estima que la central podrá reinyectar alrededor de 280 GWh anuales a la red eléctrica, reduciendo, además, los vertimientos de energía renovable y fortaleciendo la estabilidad del sistema eléctrico nacional.

BESS del Desierto comenzó construcción en 2024 y convocó a un equipo proveniente de las comunidades de María Elena, Tocopilla y Calama, alcanzando un pico de aproximadamente 200 trabajadores.
El cofundador y CEO de Atlas Renewable Energy, Carlos “Ucho” Barrera, destacó que «BESS del Desierto representa un hito para la transición energética de América Latina. Con esta tecnología, podemos almacenar energía solar durante el día y entregarla durante la noche, resolviendo uno de los principales desafíos de las energías renovables: la intermitencia. Esto nos permite ofrecer a nuestros clientes industriales—como centros de datos, minería y fabricación—una fuente de energía más estable limpia y confiable las 24 horas del día. Es un paso firme hacia una matriz energética más moderna, resiliente y sostenible.”
Por su parte, Alfredo Soler, regional Manager de Chile y el Cono Sur de Atlas Renewable Energy, destacó la importancia que este proyecto representa para Chile. «BESS del Desierto no es sólo un hito para nuestra compañía, sino que también para Chile. Y hemos logrado dar este paso gracias a un trabajo alineado con los territorios, al respaldo de importantes instituciones financieras, que han visto en Atlas una compañía segura para impulsar el desarrollo de energías renovables y almacenamiento en el país, como también por las industrias grandes y empresas que han confiado en nosotros como sus aliados estratégicos en el suministro de energía. El almacenamiento es una solución tecnológica innovadora que nos permite seguir avanzando en nuestra transición segura, confiable y estable”, dijo Soler.

Por su parte, el ministro de Energía, Diego Pardow, señaló: «Hoy hay en operación 950 megas y con BESS del Desierto vamos a superar ese umbral. A enero de 2026, habremos alcanzado una meta que inicialmente estaba proyectada para dentro de cinco años. Este es el único proyecto stand-alone con el 100% de su capacidad contratada, lo que requirió un esfuerzo importante desde el punto de vista financiero y legal. Felicitaciones, este es un gran hito. Sigamos trabajando juntos”.

Otro actor relevante fue EMOAC, el brazo comercializador de energía de COPEC, con quienes Atlas firmó un acuerdo de compraventa de energía (PPA) por 15 años para BESS del Desierto. 

Vannia Toro, gerenta General de Copec-EMOAC , comentó que “gran parte de esta energía será utilizada por Copec-EMOAC para impulsar el transporte público eléctrico del país. Más de 27 electroterminales serán abastecidas con esta energía, permitiendo operar cerca de 2.500 autobuses eléctricos. Cada uno podrá recorrer hasta 69 mil kilómetros al año, lo que equivale a cruzar Chile de norte a sur unas 14 o 15 veces Este es un ejemplo concreto de cómo avanzamos hacia un modelo energético más innovador, eficiente y con impacto social positivo.”