Colombia tiene un enorme potencial de gas y petróleo en YNC

De acuerdo con estudios de la ANH, el país cuenta con recursos hidrocarburíferos en yacimientos no convencionales que podrían multiplicar por 25 las actuales reservas de gas natural, y por 16 las reservas de petróleo.

Por: MARTÍN ROSAS

7 de abril de 2021.   Colombia es uno de los pocos países del mundo que cuentan con recursos hidrocarburíferos en yacimientos no convencionales (YNC). Y no solo eso, sus condiciones geológicas son de las mejores del planeta para este tipo de formaciones.

Hoy el país se encuentra en medio del debate de si desarrolla o no esos recursos, y el sector está en vilo por la determinación que debe tomar el Consejo de Estado frente a la reglamentación de la técnica de perforación horizontal con fracturación hidráulica, más conocida como fracking.

Se estima que en YNC, el subsuelo colombiano alberga reservas de petróleo del orden de 31.000 millones de barriles y más de 200 terapiés cúbicos de gas natural (TPC), frente a las actuales reservas de 2.000 millones de barriles de crudo y 8 TPC de gas.

Es decir, de darse vía libre a su explotación, las reservas de petróleo y gas se multiplicarían por 16 y 25, respectivamente. “Esta es la magnitud de la oportunidad que tiene el país para hacer una diferencia realmente importante en materia social y económica”, dijo Armando Zamora, presidente de la Agencia Nacional de Hidrocarburos, durante un foro virtual realizado por la Asociación Colombiana del Petróleo (ACP).

De acuerdo con Zamora, esas reservas están concentradas en tres fuentes diferentes de YNC: en shale o roca generadora, en gas metano asociado a los mantos de carbón y una nueva fuente: las arenas bituminosas.

Las reservas del shale oil y shale gas se encuentran concentradas en las cuencas Cesar-Ranchería, Norte de Santander, Cordillera Oriental, Valle Superior del Magdalena y Valle Medio del Magdalena, siendo esta última la que cuenta con el 50 por ciento del potencial en petróleo, mientras que en gas el mayor potencial está en la Cordillera Oriental, con 117,6 TPC.

Por esa razón, los dos primeros pilotos de fracking para evaluar la técnica se realizarán en Puerto Wilches, Santander, por parte de Ecopetrol (Kalé, 76,6 millones de dólares) y ExxonMobil (Platero, 53 millones de dólares). Estos proyectos son meramente experimentales, no son asignación de áreas y no generan derechos de explotación.

Aunque las profundidades a las que se encuentran estos yacimientos son similares a las de los de Estados Unidos y Vaca Muerta (Argentina), entre 1.300 y 5.700 metros, los espesores, el contenido y la calidad del hidrocarburo son mejores en Colombia.

De acuerdo con Zamora, los espesores mas grandes del mundo estaban hasta ahora en Vaca Muerta, entre 15 y 100 metros, mientras que en Colombia están entre 70 y 170 metros en las formaciones La Luna y Tablazo. “Nuestros yacimientos son de la mejor calidad, madurez y condiciones posibles”, dijo el funcionario.

Pero, además de la roca generadora, el gas metano asociado al carbón tiene un potencial de entre 30 y 60 TCF adicionales, en todas las cuencas del país donde hay explotación del mineral.

En cuanto a las arenas bituminosas, que son arenas impregnadas de petróleo, donde Canadá es el líder en este tipo de yacimientos, el potencial es de entre 16.000 y 23.000 millones de barriles, frente a las 2.000 de hoy, concentradas en las cuencas Florencia, San Vicente, Llanos y Río Nare.

“En resumen, podemos llegar a tener hasta 31.000 millones de barriles de petróleo, multiplicando por 16 las reservas actuales, y más de 200 TCF de gas natural, multiplicando por 25 las actuales reservas”, dijo Zamora.

Explotación sostenible

Por su parte, John Padilla, director para América Latina de la consultora IPD, dijo que el desarrollo de los YNC es una de las mejores alternativas para la recuperación económica del país y del sector de hidrocarburos, teniendo en cuanta que la producción de petróleo hoy, de alrededor de 750.000 barriles diarios, es un 25 por ciento menos del pico que se tuvo hace diez años, cuando se llegó al millón de barriles, al tiempo que las exportaciones de hidrocarburos representan el 35% y la Inversión Extranjera Directa el 55%.

Padilla agregó que después de quince años que en Colombia no se realiza un gran descubrimiento convencional, como Caño Limón o Cusiana, las alternativas que tiene el país en materia de hidrocarburos son las aguas profundas y los no convencionales.

También señaló la importancia de los YNC en la generación de fuentes de trabajo, frente a una tasa de desempleo en el país del 17,5 por ciento a comienzos de 2021. Dado que esta técnica es más intensiva en mano de obra, según cálculos de IPD, por cada 250 mil barriles producidos se generan 20 mil empleos.

En términos de protección al medio ambiente, con los desarrollos de las tecnologías aplicadas a los YNC ya no es necesario utilizar agua potable. Padilla señaló que se puede utilizar agua reciclada y agua salada para los procesos. Lo mismo que hay tecnologías para capturar el metano, que es otra de las preocupaciones de las comunidades y los ambientalistas.

Finalmente, Padilla recomienda enfocarse en los siguientes aspectos para que la explotación de los YNC en Colombia sea sostenible:

  • Fortalecer las instituciones para garantizar que los recursos generados por los YNC tengan un impacto positivo y real en las comunidades.
  • Identificar las necesidades locales a través del diálogo y la negociación.
  • Encontrar nuevas alternativas para lograr el apoyo de la sociedad a nivel nacional, y que los interese políticos de corto plazo no se interpongan a los intereses del país.
  • Considerar la sostenibilidad ambiental, económica y fiscal para conseguir un desarrollo de largo plazo del sector.
  • Aumentar los espacios de diálogo entre los ambientalistas, los políticos y los jóvenes en el ámbito nacional.

Aunque los hidrocarburos se van a seguir usando por algunas décadas más, hay una ventana de oportunidad para explotar los recursos no convencionales, pero la decisión de país se debe tomar ahora, porque puede ocurrir la misma situación del carbón, que se cuenta con ingentes reservas pero cada vez hay menos demanda.

“Hace diez años se decía que había que guardar petróleo para las próximas generaciones; ahora el paradigma es: lo que no aprovechemos hoy se quedará en el subsuelo para siempre”, concluyó Armando Zamora.

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