Geólogos llaman al Gobierno para hacer seguimiento a los embalses

El Fenómeno de El Niño podría afectar hasta el 50% del país. Entre las zonas con mayor riesgo están la Región Caribe y la Región Andina. La gran mayoría de hidroeléctricas de Colombia están ubicadas en zonas vulnerables.

Ante el más reciente informe del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (IDEAM) sobre la ocurrencia de El Fenómeno del Niño, por el avanzado desarrollo de ciclo ENOS, Colombia tiene una probabilidad de enfrentarlo en un 62%, y posiblemente inicie en el segundo semestre de 2023.

Por eso, la Asociación Colombiana de Geólogos y Geofísicos de la Energía (ACGGP) le hacen un llamado a las autoridades nacionales y departamentales para que realicen un monitoreo continuo y así poder implementar alternativas de generación.

El director Ejecutivo de la ACGGP, Flóver Rodríguez, explicó que hay zonas en el país con mayor afectación durante este fenómeno, esto se debe a la ubicación geográfica de las regiones y a la baja intensidad con la que fluyen los vientos alisios (vientos que soplan de manera regular de este a oeste), los cuales se encargan de llevar humedad a la región.

“El Niño afectaría el 50% del país. Entre las zonas más propensas a sufrir los efectos están las Regiones Caribe (7 departamentos) y Andina (10 departamentos). En el caso de la Región Pacífica (4 departamentos), se reduciría el impacto a la mitad, sin embargo, es una zona significativa”, aseguró Rodríguez.

Alto riesgo para las hidroeléctricas

La generación de energía eléctrica en Colombia se basa principalmente en el funcionamiento de más de 140 hidroeléctricas, representando más del 70% de la capacidad de generación total del país, la gran mayoría de plantas están ubicadas en la Región Andina.

Un ejemplo claro son las afectaciones en el río Sinú (fuente hídrica que abastece la Represa Urrá I, en Córdoba) que para el 2019 registró los niveles hídricos

más bajos en los últimos 20 años, a causa de la disminución de las lluvias en el departamento. Urrá cuenta con una capacidad de 340 MW.

Además, Rodríguez explicó que se le debe prestar atención a los embalses de Antioquia, ya que para 2020 Peñol-Guatapé, que se surte del río Nare, tuvo caudales hasta de un 35 % por debajo del promedio, según cifras del IDEAM. Cabe señalar que el río Nare tuvo serias implicaciones en El Niño del 2015 y esta fuente hídrica abastece las centrales hidroeléctricas Playas y Juaguas.

“Históricamente hemos tenido lecciones con las sequías que ha enfrentado nuestro país, en el 2015 cerca de 130 municipios de Colombia tuvieron que racionalizar agua,” agregó Rodrígez.

El precio de la energía aumentaría

En 2015, a pesar de que las centrales termoeléctricas estaban pensadas para suplir los excesos de demanda y apoyar la producción durante largas e intensas sequías, Colombia vivió meses de incertidumbre en torno a la producción energética y tuvo incrementos tarifarios de entre $400 y $4.000.

El año pasado, en varias ciudades se registraron incrementos en las tarifas de energía en diciembre, el promedio del kilovatio vendido en el país fue de $779. Con el posible déficit de las hidroeléctricas habrá un aumento en las facturas de energía.

Recomendaciones

La ACGGP hace un llamado al Gobierno Nacional, autoridades gubernamentales y entidades de atención del riesgo para que desde ya realicen un monitoreo periódico a las principales cuencas hidrográficas del país: el río Cauca y el río Magdalena.

Así como identificar a tiempo la disminución de caudales que pueda impactar de manera negativa los embalses de las hidroeléctricas.

El gremio recomienda garantizar la disponibilidad de combustibles para las termoeléctricas, carbón y gas, que son el respaldo del sistema eléctrico nacional.