La energía nuclear busca triplicar su capacidad al 2050

La energía nuclear es esencial para proporcionar electricidad abundante, resiliente y libre de carbono para el desarrollo de la tecnología digital.

La energía nuclear genera actualmente el 9% de la electricidad mundial y aproximadamente una cuarta parte de la electricidad limpia. Desde principios del siglo XXI, el parque mundial de reactores nucleares ha tenido un rendimiento consistente, con factores de alta capacidad impulsados ​​por la innovación y el intercambio de información, lo que garantiza una generación estable.

“Sin embargo, si queremos alcanzar nuestros objetivos colectivos de seguridad energética y sostenibilidad, a la vez que aumentamos el consumo de electricidad, el suministro de energía nuclear no puede permanecer estático. Por ello, la Asociación Nuclear Mundial (WNA, por su sigla en inglés) lidera la ambición de triplicar la capacidad mundial de energía nuclear para 2050”, dijo Sama Bilbao y León, directora General de la Asociación.

Con sede en Londres, Inglaterra, la WNA es la mayor organización internacional que apoya a la industria nuclear.

Lanzado inicialmente en el Simposio Nuclear Mundial de septiembre de 2023 y en colaboración con la Corporación de Energía Nuclear de los Emiratos antes de la COP28 en Dubái, el objetivo ha obtenido el apoyo de 31 países a través de la Declaración para la Triple Energía Nuclear y de más de 140 empresas de la industria nuclear mediante un compromiso sectorial complementario.

Catorce de las instituciones financieras más grandes del mundo respaldaron el objetivo en septiembre de 2024, durante la Semana del Clima de Nueva York, y más recientemente, en el marco de la CERAWeek 2025 en Houston. Además, una coalición global de grandes consumidores de energía firmó un compromiso que respalda el objetivo.

En particular, las grandes empresas tecnológicas se asocian cada vez más con proveedores de energía nuclear para alimentar centros de datos, anticipando el aumento de la demanda de electricidad derivado de la revolución de la IA. La energía nuclear es esencial para proporcionar electricidad abundante, resiliente y libre de carbono para la tecnología digital.

Pero más allá del sector tecnológico, los sectores manufacturero, metalúrgico y químico están considerando la energía nuclear como fuente de energía limpia, fiable y económica. Por su parte, la industria de petróleo y gas está evaluando cómo la energía nuclear puede descarbonizar las emisiones en la exploración, extracción, refinación y procesamiento.

Políticas energéticas: de los objetivos a la acción

El ambicioso, pero realista, objetivo de triplicar la capacidad nuclear es alinear al mayor número posible de actores interesados ​​—gobiernos, instituciones financieras y usuarios de energía, así como el sector nuclear— para que colaboren y logren el objetivo.

La Asociación Nuclear Mundial trabaja con la industria y sus socios para superar los desafíos, ya sea logrando que bancos multilaterales, como el Banco Mundial, reconozcan las credenciales de sostenibilidad y ofrezcan tasas de interés equivalentes para proyectos nucleares, movilizando la cadena de suministro para implementar programas de nueva construcción o agilizando la tramitación de licencias de diseño y la armonización entre los organismos reguladores nacionales.

Hoy en día hay 66 reactores (~70 GWe) en construcción, y otros 430 reactores (~450 GWe) planificados o propuestos, totalizando más de 500 GWe de nueva capacidad nuclear. Esto equivale a la mitad de los 1.000 GWe de nueva energía nuclear necesarios para 2050.

Sin embargo, el impacto de la declaración para triplicar la energía nuclear se centra más en el cambio de política y la transición a un enfoque programático en lugar de proyectos específicos. Desde septiembre de 2023 han habido cambios de política en muchos países para revertir prohibiciones de construcción, eliminaciones graduales o iniciar nuevos programas de energía nuclear, así como anuncios de programas importantes como al menos 100 GWe en India y 200 GWe en EEUU (no incluidos en los 500 GWe planificados o propuestos proyectos anteriores).

“La transición a la energía limpia requiere un marco de política ambicioso y agnóstico a la tecnología que incentive la innovación y la inversión. Este cambio de los responsables políticos hacia políticas pragmáticas basadas en la ciencia equilibra las prioridades ambientales con el desarrollo socioeconómico y la prosperidad para todos”, dijo Bilbao y León.