Por sus recursos naturales de agua, viento y radiación solar, estos dos últimos especialmente en La Guajira, Colombia es uno de los países que tienen oportunidades para el desarrollo de la naciente industria del hidrógeno.
De acuerdo con la Agencia Internacional de Energías Renovables (IRENA por su sigla en inglés), para producir el hidrógeno que se demandará en 2050 se requiere la cantidad de energía que hoy consume el mundo.
Con base en esa realidad, Mónica Gasca, directora de la Asociación H2 Colombia, señaló que sin energías renovables competitivas no será posible tener hidrógeno verde en Colombia.
El potencial del hidrógeno es enorme a nivel global por el papel que desempeñará en la descarbonización de la economía, especialmente por la demanda de la industria química, la producción de fertilizantes, la producción de acero y los combustibles sintéticos para aviación y el transporte marítimo.
En el sector de transporte terrestre no se le ve mucho futuro, pues es una tecnología demasiado costosa frente a los carros eléctricos. Así lo confirman las cifras. Mientras en 2022 se vendieron trece millones de vehículos eléctricos, los de hidrógeno apenas llegaron a las 56.000 unidades.
Colombia es uno de los países que tienen oportunidades para el desarrollo de la naciente industria del hidrógeno, por sus abundantes recursos de agua, viento y radiación solar, estos dos últimos especialmente en La Guajira.
Sin embargo, para que el país se pueda convertir en potencia mundial de energías renovables e hidrógeno debe sortear problemas externos e internos.
Entre los exógenos, Irena menciona que la generación de energía renovable aún no es competitiva en varias regiones del planeta y, por otro lado, los electrolizadores para producir hidrógeno aún siguen siendo costosos.
Francisco Boshell, líder de Innovación y Aplicaciones Finales de Ia Irena señaló que actualmente los electrolizadores cuestan entre 800 y 1.200 dólares por kilovatio instalado, pero hacia el 203o se debe llegar a costos entre 500 y 600 dólares por kilovatio para que la producción de hidrógeno sea competitiva.
En ese camino, que tomará años hasta que bajen los costos, Gasca destacó que Colombia tiene una hoja de ruta del Hidrógeno muy buena, “pero si no hacemos una regulación específica para el hidrógeno, si no buscamos fondos internacionales, si no tenemos incentivos tanto para la demanda como para la oferta, si no tenemos una energía renovable competitiva, no vamos a tener un hidrógeno competitivo. Aquí hay que decir que sin renovables no hay hidrógeno verde, y para eso necesitamos que las plantas que se construyan de energía renovable tengan unos precios muy competitivos.”
En el tema de los fondos de financiación, la ministra de Minas y Energía, Irene Vélez, anunció en la instalación del Segundo Congreso Internacional del Hidrógeno, que se realizó en Bogotá el 20 y 21 de abril, la conformación de un fondo con recursos de cooperación internacional para proyectos de hidrógeno.
“La ministra lanzó el programa de financiamiento para proyectos de hidrógeno, que será una bolsa donde van a venir las multilaterales y otras entidades a dejar recursos para que podamos apoyar y apalancar los proyectos de producción de hidrógeno verde en el país”, agregó Gasca.
Y en esa carrera tanto por los fondos como por la implementación, Colombia compite en la región con Chile, que ya lleva varios años de ventaja, y con Brasil, que recientemente comenzó a implementar proyectos a gran escala y ya tiene convenios con puertos europeos.
“Aquí es importante dejar el mensaje: si nosotros no aprovechamos el momento y estamos listos para recibir esa inversión, esta se puede ir a otros países que son nuestra competencia”, señaló.
Finalmente, sobre la receptividad del gobierno en el tema del hidrógeno, Mónica Gasca dijo que ha sido muy buena. “Los mensajes del ministerio muestran que quieren apostarle al hidrógeno sostenible. Ellos han tenido una colaboración muy grande con nosotros, y por eso lanzamos el programa de financiamiento con el Ministerio y la Unión Europea. El hidrógeno es un tema muy nuevo, todos estamos aprendiendo, pero lo importante es que hay una voluntad de seguir construyendo sobre lo que ya tenemos, sobre la hoja de ruta que ya tenemos y más bien ir complementando y desarrollando nuevas estrategias para masificar las tecnologías, y que pasemos de los pilotos a tener proyectos industriales de buena escala de producción y de uso.”