El Taladro Escuela del SENA es el único al servicio público que existe en América y es un referente mundial en la formación de personal para la industria petrolera.
De las múltiples actividades que encierra la industria de los hidrocarburos, la perforación de pozos es la más crítica, pues allí es donde se juegan todos los recursos, es la hora de la verdad del sector.
En la operación de perforación —que puede tardar entre algunas semanas y varios meses, de acuerdo con la profundidad y los retos de la formación geológica—, confluyen años de estudios y millonarias inversiones. Es el momento de mayor tensión en las compañías, pues de los resultados obtenidos se sabe si el proyecto es viable técnica y económicamente.
Esa actividad requiere de decenas de personas involucradas, desde ingenieros hasta operarios y personal de servicios, para que en un trabajo coordinado lleven a superficie el recurso anhelado: gas y petróleo.
Por eso es que se requiere de personal altamente capacitado para esas labores que involucran, entre otras, el manejo del taladro, la elaboración de lodos de perforación, y el manejo de brocas y tuberías en la mesa de trabajo del taladro, además de labores que cubren áreas de salud y seguridad en el trabajo y manejo ambiental.

Pensando en ofrecer esa formación fue que en 2014 la industria petrolera de Colombia adoptó la iniciativa de crear un taladro escuela. Finalmente, Ecopetrol destinó 5,7 millones de dólares para la compra del taladro, que fue ubicado en un terreno de 3,8 hectáreas en el Centro Agroindustrial de la seccional Meta del SENA, cerca a Villavicencio.
El Taladro Escuela comenzó a operar desde 2017, donde se simulan procesos reales de la operación de la industria de hidrocarburos, y hasta el momento ha formado más de siete mil técnicos y operarios.
El taladro es de quinta generación, funciona con un motor eléctrico de 400 caballos, que reduce el nivel de ruido, y tiene capacidad de perforar hasta una profundidad de 2.000 pies.
Sus servicios de aprendizaje están abiertos a todas las empresas de la industria, con lo cual se ahorran tiempo y logística en la preparación de personal en sus propios campos.
Por eso, el Taladro Escuela no solo se ha convertido en el único taladro público de América, sino en un referente en el resto del mundo. Por ejemplo, empresas como la multinacional Halliburton trae sus operarios de todos los rincones del planeta para formarse en este centro de capacitación especializada.
Geotermia, el nuevo reto del SENA
En las mismas instalaciones del Taladro Escuela y gracias al conocimiento adquirido, el SENA adelanta un proyecto de investigación para utilizar la hidrotermia en proyectos de climatización.
El proyecto denominado ‘Geotermia de baja entalpía, recursos renovables disponibles para todos’, se dirige a aprovechar las aguas calientes subterráneas para dirigirlas a una bomba de calor y generar frío o calor en superficie, según las necesidades, y climatizar ambientes como edificaciones o invernaderos.
Este proyecto es pionero en Colombia. Fue formulado en 2023 por el ingeniero Jorge Daniel Zipa Rodríguez, quien en sus inicios también fue el coordinador académico del Taladro Escuela.
“En 2024 se hizo todo el proceso de contratación y este año cuando llegaron los equipos empezamos con la perforación. El proceso consiste en establecer puntos de perforación para hacer circular un fluido y que ese fluido llegue a una bomba de calor”, señala el ingeniero Jorge Jaramillo, supervisor del proyecto.
Además, agrega que en Estados Unidos se ha avanzado mucho en esta tecnología y los pozos petroleros que han sido abandonados los están utilizando para producción hidrotérmica.
Una vez terminado el proyecto de Villavicencio, el taladro de perforación se trasladará a las instalaciones del SENA de Cedeagro en Duitama y luego a Barrancabermeja, para hacer pilotos similares, en el primero para generar calefacción y en el segundo frío.
Finalmente, Jaramillo señala que Colombia tiene un potencial en geotermia por encontrarse en el Cinturón de Fuego del Pacífico, que genera gran actividad volcánica.
