Tanto en gas como en electricidad, el interior del país ya está sufriendo escasez de estos energéticos. El riesgo es que estas restricciones que parecen coyunturales se conviertan en estructurales.
“Nos hemos acostumbrado a pensar que hay crisis energética cuando hay racionamientos. Eso es equivocado, el racionamiento es consecuencia de la crisis. Nosotros ya estamos en crisis, el déficit ya está, estamos operando al límite”, dijo Juan Manuel Rojas, presidente de Promigas, empresa que está celebrando 50 años de operaciones.
Y es que ante la demora en la llegada de la temporada de lluvias, el país siguió generando electricidad con las termoeléctricas, manteniendo a tope las importaciones de gas natural a través de la planta de regasificación de SPEC, y que también obligó a Ecopetrol a hacer efectivos los contratos interrumpibles, limitando la entrega de gas a las distribuidoras con el fin de entregarlo a las térmicas.
Según Rojas, el país ya no está en una crisis coyuntural sino estructural. Para 2025 se estima que el déficit de gas natural sea del 7,5% de la demanda, equivalente a 77 giga BTU diarias (GBTUD), y para 2026 el déficit será del 16%, 190 GBTUD.
En el tema de electricidad la situación es similar. Cada año deberían entrar 500 Mw nuevos de capacidad, pero Hidroituango está retrasado, los proyectos eólicos y solares de La Guajira no han entrado como se esperaba y los proyectos de transmisión están trancados por consultas y permisos.
Ante la falta de una nueva planta de regasificación, la negativa del Gobierno a firmar nuevos contratos de exploración, la cancelación de los proyectos piloto de fracking y los retrasos en la exploración en el offshore del Caribe colombiano, la única posibilidad de abastecimiento de gas que le queda al país es la importación. “La soberanía energética está comprometida y eso es una crisis”, enfatizó Rojas.
De acuerdo con los análisis de Promigas, los mayores costos de importación de la molécula, incrementarían las facturas para los estratos 1 y 2 en 26% para el interior del país y en 23% para el resto del país. Recordemos el servicio de gas natural cubre a 36 millones de personas, la mayoría de estratos 1, 2 y 3.
Por eso SPEC aumentó este año la capacidad de regasificación de 400 a 450 millones de pies cúbicos diarios (MPCD), y Rojas anunció que en octubre la empresa lanzará un open season para aumentar la capacidad en 2025 a 475 MPCD y en el 2026 a 533 MPCD.
No obstante, para llegar a esa capacidad se requiere aumentar el gasoducto que conecta la planta con el sistema nacional de transporte, para pasarlo de 18 a 24 pulgadas, con una inversión estimada entre 60 y 70 millones de dólares.
Por el momento, Promigas ya realizó este año la obra de bidireccionalidad del tramo Barranquilla-Ballena, que le aporta al interior del país 66 MPCD y para 2027 la idea es ampliarla a 170 MPCD.
Finalmente, Rojas dijo que: “Nos acostumbramos a operar sin holgura, sin margen, al límite. Necesitamos explorar nuestros recursos, necesitamos que proyectos estratégicos para el país como Uchuva, se desarrollen y que entren a tiempo, porque es la forma de recuperar no solo nuestra soberanía energética sino también desarrollar una cantidad de actividades que dependen del gas natural.”