2020 pasará la historia no solo como el año del Gran Confinamiento, sino como uno de los peores años de la industria petrolera de Colombia.
13 de agosto de 2020. Aunque se espera un leve repunte en el remate de año, las cifras en el sector de oil and gas son desalentadoras para 2020, uno de los peores años en la historia de la industria.
Así lo reflejan las cifras presentadas por la Cámara Colombiana de Bienes y Servicios Petroleros (Campetrol), en su libro ‘Reactivación y competitividad en la pandemia’.
El doble choque ocasionado por la pandemia de la Covid-19 y el desplome en la demanda mundial de crudo llevó a que los precios del Brent pasaran de un promedio de 64 dólares el barril en 2109 a 43 dólares en 2020.
Como consecuencia, la exploración y la producción en el país se redujeron a mínimos históricos. De un promedio de 119 pozos perforados por año en el período 2010-2014, en los primeros ocho meses de 2020 apenas se habían perforado 8 pozos.
La producción de crudo también se contrajo en 150.000 barriles equivalentes por día (bepd), al pasar de un promedio de 880.000 bepd en 2019 a 730.000 bepd en 2020, un descenso del 17%.
En términos de sísmica, con corte a junio de 2020, se llevaba un acumulado de solo 161 km2, frente a los 1.107 km2 reportados en el mismo periodo de 2019.
Por su parte, la producción fiscalizada de gas natural se redujo en 15%, al pasar de un promedio de 2.100 millones de pies cúbicos diarios (Mpcd) en 2019 a un promedio de 1.900 Mpcd en 2020.
Así las cosas, las empresas de bienes y servicios petroleros manifestaron que su actividad se ha visto reducida en un 50% durante el año, con un ingrediente desalentador, pues la conflictividad social aumentó en 37% durante la pandemia, especialmente en los departamentos de Meta y Casanare.
Campetrol espera que la recuperación será lenta pero progresiva en los próximos años, con precios promedio del Brent de 43 dólares para 2020, 58 dólares para 2021 y 68 dólares para 2022.
Otro factor preocupante es que la actual reducción de la actividad exploratoria llevará a una situación crítica del país en materia de reservas, obligando a importar gas natural a partir de 2024.
Las esperanzas están puestas en los yacimientos no convencionales y en el off shore, pero estas son actividades que toman varios años para su desarrollo.
En consecuencia, Campetrol hace una serie de recomendaciones de política para reactivar el sector petrolero, entre ellas abrir líneas de crédito blandas, pues los alivios financieros anunciados por el Gobierno no han llegado a este segmento de la economía, y reducir el government take, el más alto de la región, pues mientras el promedio de Colombia en 2019 fue de 65%, el promedio ponderado de los países de latinoamericanos es de 55%.
Definitivamente, 2020 será recordado como el año del Gran Confinamiento, pero también como al año que quiere olvidar la industria colombiana de oil and gas.