Según estimaciones de UNICEF, más de 550.000 niños y niñas en el país tienen niveles elevados de plomo en la sangre. El plomo representa pérdidas económicas de aproximadamente $3.52 mil millones de dólares al año en Colombia.
La exposición al plomo sigue siendo un problema de gran magnitud en Colombia, afectando especialmente a niños y mujeres. Según estimaciones de UNICEF, más de 550.000 niños y niñas en el país tienen niveles elevados de plomo en la sangre, lo que puede causar problemas de salud graves, como daño neurológico, enfermedades crónicas como daño renal, enfermedades cardiovasculares, hipertensión y dolores articulares.
En las mujeres puede causar infertilidad y problemas en el embarazo, incluyendo posibles abortos espontáneos. Además, estos efectos también representan pérdidas económicas para el país de aproximadamente $3.52 mil millones de dólares al año.
Según Daniel Mitchell, presidente ejecutivo de Acoplásticos, “la industria formal de las pinturas se ha preocupado por realizar estudios para reestructurar sus formulaciones, procesos y plantas de producción y encaminar las áreas de investigación en líneas de productos amigables con la salud y con el ambiente, incorporando la sustitución de pigmentos de plomo por alternativas más seguras, con una alta cobertura y durabilidad”.
Las empresas del sector están comenzando a adoptar cada vez más materias primas con bajos o nulos contenidos de sustancias tóxicas, cumpliendo con la normativa internacional y aumentando su competitividad en el mercado.
En Colombia se han tomado medidas importantes como la Ley de Plomo 2041 de 2020, que busca garantizar el desarrollo físico, intelectual y en general la salud de las personas mediante la fijación de lineamientos generales que conlleven a prevenir la contaminación. Reglamento técnico que se encuentra en desarrollo.
Adicionalmente, desde los diferentes sectores se han adelantado acciones para apoyar a la industria en la transición para cumplir con los límites de contenido de plomo en pinturas. Por ejemplo, desde 2013 se tiene una norma voluntaria de sello ambiental colombiano para pinturas y recubrimientos donde se estableció un límite de 100 ppm para algunos metales pesados, incluyendo el plomo.
Así mismo, desde el Comité Técnico de Pinturas del ICONTEC, se adoptaron los 3 métodos de prueba ASTM correspondientes al documento de la ONU en esta materia.