El acceso al GLP es crucial para el progreso social de Colombia y América Latina: de Los Santos

El viceministro de Comunicaciones del Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) de Perú dijo que la masificación del GLP no solo ayuda a disminuir pobreza energética en la región, también reducirá el consumo de leña en 6 millones de colombianos y 78 millones de latinoamericanos.

Durante su intervención en el 7° Congreso Internacional del GLP – GASNOVA – “Gas para el progreso”, Carlo Renato de Los Santos, experto internacional en energía y recientemente posesionado como viceministro de Comunicaciones del Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) de Perú, alertó sobre la persistente pobreza energética que afecta a millones de familias en Colombia y América Latina, y destacó la urgencia de implementar soluciones como el Gas Licuado de Petróleo (GLP) para garantizar el acceso a una energía limpia, segura y asequible.

La realidad de la pobreza energética en Colombia afecta a cerca del 8.2% de la población —equivalente a 1.6 millones de hogares, es decir 6 millones de personas—, quienes aún dependen de la leña y otros materiales como principal combustible para cocinar.

Según datos de la Organización Latinoamericana de Energía (OLADE) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), esta práctica expone en Latinoamérica a 78 millones de personas y en el mundo a 2.300 millones. Todas ellas corren riesgos graves de salud, impulsan la deforestación y limitan su desarrollo económico y social.

El 7° Congreso Internacional del GASNOVA – «Gas para el progreso» fue organizado por la Asociación Colombiana del GLP (GASNOVA), gremio que agrupa a las compañías con el 76% del mercado del GLP en el país. Aliados internacionales: World Liquid Gas Association, AIGLP – Asociación Iberoamericana de GLP y OPIS, A Dow Jones Company.

Alarmante impacto ambiental y en salud

En Colombia, el uso de leña como fuente de energía doméstica implica la tala de 32 mil árboles al día, lo que equivale a más de 11 millones cada año, situando a Colombia entre los países con mayor deforestación por consumo energético en la región.

En materia de salud, la exposición al humo de leña incrementa los riesgos de enfermedades respiratorias crónicas, cardiovasculares y cáncer de pulmón. De acuerdo con la OMS y la OPS, esta situación provoca en Colombia la pérdida de más de 510 mil años de vida por muertes y una tasa de mortalidad de 33.2 por cada 100 mil habitantes.

A nivel económico, el tiempo invertido por los hogares en la consecución y uso de leña (entre 1 y 3 horas diarias) y las enfermedades derivadas de esta práctica generan un costo estimado de US$ 184 por persona en salud, y de US$ 312 por persona considerando todos los impactos.

El costo de la falta de acciones gubernamentales para subsanar esta problemática es enorme. De Los Santos enfatizó que, con la sustitución de leña por combustibles limpios como el GLP, la pobreza podría reducirse entre 3,1% y 6,1%.

“El Gobierno colombiano se ahorraría hasta US$ 13.877 millones en gastos de salud pública. La economía nacional podría crecer hasta un 6.1% adicional en 2025, equivalente a un incremento de US$ 493.8 por habitante”, dijo de Los Santos.

GLP: una solución inmediata y efectiva

El conferencista destacó al GLP como una de las alternativas más efectivas en el corto plazo. Actualmente, el 69% del consumo nacional de GLP corresponde al sector doméstico, lo que refleja su papel decisivo en la transición hacia energías más limpias en los hogares del país.

“La pobreza energética no es solo un problema ambiental, sino también de salud pública, de equidad social y de desarrollo económico. El acceso oportuno a la energía limpia es crucial para el progreso social de Colombia y de América Latina”, afirmó de Los Santos.

Finalmente, subrayó la necesidad de que los gobiernos adopten políticas públicas bajo la metodología “Value for Money”, que busca obtener el mayor impacto positivo con los recursos disponibles, garantizando eficiencia y resultados medibles en beneficio de la población más vulnerable.

En Colombia, el GLP es el único servicio público domiciliario que no recibe subsidios en todos los departamentos del país, razón por la cual urge la ampliación de los subsidios al consumo de gas en pipeta que, a la fecha, tan solo cobija a los usuarios estrato 1 y 2 de los departamentos de Nariño, Putumayo, macizo colombiano del Cauca, Caquetá, San Andrés Islas y Amazonas.