Una startup colombiana está revolucionando la operación de pozos petroleros

Su historia es la de una empresa que empezó con ocho personas y hoy está ayudando a transformar una de las actividades más críticas del sector petrolero. Nació hace cuatro años en Colombia y ya llegó a Ecuador y Argentina.

En los campos petroleros, donde cada minuto cuesta y cada error puede tener consecuencias millonarias, una nueva generación de ingenieros y programadores colombianos está cambiando las reglas del juego. Su bandera es la digitalización, su lenguaje es la data y su herramienta, la inteligencia artificial. Al frente de esta revolución está Claudette Saab, CEO de SkanHawk, una startup nacida hace apenas cuatro años y que ya empieza a dejar huella en la industria del petróleo y el gas de Latinoamérica.

“El 6 de noviembre de 2021 empezamos ocho personas, hoy somos 32, un crecimiento exponencial”, cuenta Saab. “En este tiempo ya tenemos 35 taladros de workover monitoreados en Colombia, 5 en Argentina y 2 en Ecuador”.

Pero detrás de esas cifras hay una historia de visión y persistencia: la de un grupo de empresarios que decidió digitalizar una de las operaciones más complejas y costosas del sector petrolero —el reacondicionamiento de pozos— y hacerlo con tecnología 100% colombiana.

La revolución invisible del workover

Hasta hace poco, buena parte del control operativo en los taladros de workover era manual. Los reportes se hacían por observación, los registros se escribían a mano y las decisiones dependían de la experiencia de los operarios. “Era una operación remota y análoga”, recuerda Saab. “Nosotros lo que hicimos fue poner sensores a todos los equipos y asegurar que la data y la analítica sea en tiempo real, íntegra y veraz”.

La tecnología de SkanHawk combina sensores de alta precisión, cámaras con inteligencia artificial y detectores ambientales que miden desde la velocidad del viento, la probabilidad de tormentas hasta la presencia de gases peligrosos como H₂S o LEL. Todo ese flujo de datos viaja a un sistema propio, diseñado y programado en Colombia, donde los algoritmos y modelos de IA transforman las cifrss en información para la toma de decisiones.

El resultado es un tablero de control en tiempo real: el maquinista ve las variables en una pantalla en el taladro, los supervisores monitorean desde el campamento, y los ejecutivos pueden seguir la operación desde sus oficinas centrales —en Bogotá o en cualquier parte del mundo— a través de una app móvil, por alertas vía WhatsApp o correo electrónico.

“Esto no existía antes”, explica Saab. “Por primera vez, los responsables del pozo pueden ver en simultáneo lo que está ocurriendo, tomar decisiones rápidas, prevenir fallas antes de que ocurran y actuar de inmediato ante alertas”.

Cuatro servicios, una misma promesa: eficiencia y seguridad

La oferta de SkanHawk se articula con cuatro servicios principales —SkanRig, SkanView, SkanMonitor y Supervisión Virtual— más un servicio transversal: un sistema de analítica avanzada que procesa toda la información capturada para entregar a las empresas diagnósticos, causas raíz y planes de acción.

En total, los sensores miden más de 40 variables, desde el torque en la mesa de operaciones y la velocidad de las maniobras hasta la calidad de las conexiones y el comportamiento ambiental. “La clave está en detectar ineficiencias y tiempos invisibles que se pierden sin que nadie los note”, dice Saab. “Si logramos reducirlos, la operación se vuelve mucho más eficiente”.

El impacto es tangible. Según la compañía, los sistemas de SkanHawk han permitido aumentar la eficiencia operativa hasta en un 22%, una mejora que, en una industria que se paga por horas, representa ahorros millonarios.

Pero la eficiencia no es el único beneficio. Las cámaras con inteligencia artificial también elevan los estándares de seguridad industrial, identificando en tiempo real si un trabajador no lleva completos sus elementos de protección o si una persona ajena ingresa a la zona de trabajo. “Estamos hablando de que en campo se maneja un nivel de riesgo 5, donde cualquier error puede ser fatal”, subraya Saab.

Innovar también es proteger vidas y el planeta

En la competitiva industria de los hidrocarburos, SkanHawk aporta una mirada distinta: la tecnología como aliada del medio ambiente y la seguridad. “Reducir los tiempos de operación no solo baja costos, también disminuye las emisiones de carbono”, explica. Cada hora menos de intervención significa menos combustión de diésel, menos transporte y menos huella ambiental.

Y los resultados hablan por sí solos. En una variable crítica como el torque —que puede causar accidentes o daños irreparables en el pozo, si se aplica mal—, uno de los clientes pasó de un 67% de cumplimiento correcto a un 98% en apenas año y medio. “Eso significa menos inspecciones, menos reparaciones y menos riesgo de perder un pozo completo”, destaca Saab.

Pocos hubieran apostado que un desarrollo de hardware y software 100% colombiano podría competir en un sector dominado por multinacionales, pero SkanHawk lo logró. Aunque algunas piezas del hardware son importadas, el ensamble, los códigos, la inteligencia artificial y los algoritmos son diseñados por ingenieros locales.

Esa apuesta por la autonomía tecnológica se traduce en proyección. “En 2025, nuestro objetivo fue crecer en Colombia y poner un pie afuera. Ya lo hicimos: estamos en Argentina y Ecuador”, cuenta Saab. “Ahora queremos dar el salto a Estados Unidos y México, dos mercados más grandes y con enormes oportunidades”.

La transformación de una industria

Para Saab, lo que SkanHawk está haciendo va más allá de la digitalización. Es una transformación de la forma de operar, una reinvención del trabajo en campo donde la información reemplaza la intuición y la prevención sustituye la reacción.

“Esta tecnología cambia la manera de hacer las cosas: las hace más productivas, más seguras y más sostenibles”, asegura, y agrega: “El que no la use se va a quedar atrás. Esto es tecnología de punta aplicada, en una industria donde la innovación avanza a pasos de gigante”.