Durante 2025, el país superó los 2 gigavatios en proyectos de mediana y gran escala, y duplicó su capacidad en recursos distribuidos en 1,2 gigavatios adicionales.
Colombia cierra 2025 con 2.685 MW de capacidad renovable en operación comercial y pruebas, en proyectos de mediana y gran escala. Esta cifra representa el 13% de la capacidad instalada total del sistema eléctrico nacional, frente al 2% que había hace dos años.
Este resultado se da por una inversión acumulada de 2.900 millones de dólares —en su mayoría de origen privado— que generó más de 27.000 empleos directos durante la fase de construcción de los proyectos.
En términos ambientales, la operación de estas plantas evita la emisión de 856.000 toneladas de CO₂ cada año, equivalentes a la siembra de 34 millones de árboles.
Paralelamente, los recursos distribuidos superaron el primer gigavatio de capacidad instalada. En este tipo de proyectos, Colombia cierra el año con 1,2 GW clasificados así: 587 MW en autogeneración a pequeña escala (22.000 proyectos en hogares, comercio e instituciones), 534 MW en autogeneración a gran escala (44 proyectos) y 74 MW en generación distribuida (81 minigranjas solares). Respecto a 2024, esta capacidad se duplicó.
En total, el país alcanzó 3,88 GW de Fuentes No Convencionales de Energía Renovable (FNCER) sumando todas las escalas: proyectos grandes, medianos y pequeños.
“Aunque vamos por buen camino, consolidar esta expansión requerirá triplicar la capacidad actual y nuevas regulaciones que fortalezcan el cierre financiero de los proyectos y reduzcan los tiempos de los trámites, permitiendo que las renovables le sigan cumpliendo a los colombianos con un energético limpio y competitivo”, explicó Alexandra Hernández, presidente Ejecutiva de SER Colombia.
Nuevos actores impulsan la expansión del sector
El 71% (653 MW) de los 925 MW que entraron en operación durante 2025 proviene de nuevas empresas en el sector de energía en Colombia. Se trata de compañías que aportan capital de riesgo en las etapas tempranas de los proyectos —desde la gestión territorial y el diseño de ingeniería hasta la obtención de permisos y el cierre financiero—, y acompañan algunos desarrollos hasta su fase constructiva, e incluso como agentes en la comercialización de energía.
Entre estas nuevas empresas que han impulsado proyectos en entornos desafiantes, sorteando trámites complejos, demoras regulatorias y elevados costos financieros, se encuentran: Atlas Renewable Energy (Estados Unidos), Ecoener (España), Parque Solar Puerta de Oro SAS ESP, una empresa del fondo V de Infraestructura administrado por Patria Investments (Brasil), Grenergy (España), CTG / China Three Gorges (China), EDF Power Solutions (Francia) y Erco Energía (Colombia).
«Estos nuevos actores no solo incrementan la competencia, también atraen capital internacional, aportan experiencia que complementa el talento local y diversifican la generación eléctrica. Su presencia demuestra que Colombia, pese a los desafíos, sigue siendo un destino posible para la inversión energética cuando existen reglas claras», afirmó Hernández.
Balance en regulación y política pública
Durante 2025, el Gobierno Nacional avanzó en las medidas prioritarias de la agenda de trabajo acordada con SER Colombia. Entre las normas expedidas se destacan los decretos de licencia ambiental optimizada para proyectos solares y eólicos, que reducen tiempos de evaluación y requerimientos; la resolución de coexistencias que establece procedimientos claros para casos de superposición entre proyectos de hidrocarburos, minería y energías renovables; el decreto que reactiva las subastas de contratos de largo plazo; la suspensión del cobro de penalización por desviaciones para FNCER y el nuevo proceso de asignación de puntos de conexión que permitirá liberar capacidad en la red y una asignación más ágil de nuevos puntos.
Adicionalmente, están en proceso de expedición regulaciones para habilitar sistemas de almacenamiento con baterías, modificaciones al cargo por confiabilidad y entrada en operación de plantas menores.
Sin embargo, persisten obstáculos. Las resoluciones CREG 066 de 2024 y 069 de 2025, que intervienen el esquema del cargo por confiabilidad, limitan la participación de las FNCER en subastas y afectan el cierre financiero de los proyectos. SER Colombia insiste en que se considere su derogatoria.
Además, el proceso de asignación de capacidad de transporte bajo la Resolución CREG 075 de 2021 no ha funcionado: 25 meses del ciclo 2 transcurrieron sin asignaciones efectivas y sin una ruta clara para resolver el represamiento de solicitudes. Por otro lado, el decreto de transferencias del 6% reglamenta el artículo 233 del Plan Nacional de Desarrollo 2023-2026 y aumenta seis veces esta carga para las FNCER.
Colombia necesita triplicar su capacidad actual para evitar un déficit estructural hacia 2027. En los próximos cinco años se requerirán al menos 6.000 MW adicionales de energía renovable y una inversión cercana a 5.000 millones de dólares para garantizar un suministro eléctrico suficiente, competitivo y sostenible, de acuerdo con los cálculos de Óptima Consultores en su estudio para SER Colombia.
El consumo energético crece al doble del ritmo de expansión de la generación y, si no se acelera la entrada de nuevos proyectos, el déficit podría materializarse en 2027, como lo indican las cifras del Gobierno.
Finalmente, Hernández puntualizó: “La discusión sobre la transición energética va más allá de las tecnologías: se centra en nuestra capacidad real como país para sacar adelante los proyectos y ponerlos a funcionar. Las energías renovables son motor de empleo, inversión, competitividad y desarrollo para las regiones”.