Si Colombia no logra revertir la tendencia de la curva de descenso de las reservas de hidrocarburos, en 2024 dejaría de exportar petróleo, con un recorte de ingresos por 24 billones de pesos anuales.
14 de noviembre de 2019. El dramático panorama del descenso de las reservas de petróleo y gas del país, de seis años para el primero y menos de diez años para el segundo, lo dibujo Germán Espinosa, presidente de la Cámara Colombiana de Bienes y Servicios Petroleros (Campetrol), durante el discurso de inauguración de la II Cumbre del Petróleo y Gas, que se realiza en Bogotá del 13 al 15 de noviembre.
Espinosa agregó, que si en un caso extremo Colombia debiera importar petróleo, el costo anual para el país sería de 30 billones de pesos anuales.
No obstante, la Cumbre se desarrolla dentro de un ambiente de optimismo por la reactivación de la industria, pues luego de cinco años en que no se firmaron contratos de exploración y producción, en los primeros 15 meses del gobierno del presidente Iván Duque se han tomado medias que alientan las inversiones.
Prueba de ello son las once áreas adjudicadas en la primera ronda del Proceso Permanente de Asignación de Áreas y las 59 que saldrán a oferta a finales de noviembre, por parte de la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH).
Además, el off shore en el Caribe Colombia se abre como una nueva frontera de oportunidad, luego de 40 años que no se hacía exploración en aguas marinas. Según Espinosa, se estima que el fondo marino colombiano tiene un potencial de reservas de 6.400 millones de barriles equivalentes.
Aunque la entrada en producción de los campos off shore puede tardar unos ocho años, estos cambiarían el panorama energético nacional. Actualmente hay firmados 16 contaros de Exploración y Producción en el Caribe colombiano, con un área de 96.000 kilómetros cuadrados, equivalentes al 15 % de la plataforma continental. Se espera que en 2020 comience la perforación de pozos exploratorios.
Para el tema del gas natural, Espinosa resaltó que la situación es crítica, pues el país ha consolidado una red que atiende millones de domicilios, comercios e industrias, además del respaldo a la generación térmica.
El dirigente gremial aseguró que si bien la exploración en la cuenca del Valle Inferior del Magdalena ha sido exitosa en materia de gas, la explotación en campos tradicionales no es suficiente; pero ve una oportunidad si se logra remover los obstáculos a 12 proyectos que están definidos y que aliviarían la situación de la caída de las reservas.
Finalmente, para el caso del petróleo, Espinosa resaltó lo que la industria viene haciendo en la incorporación de nuevas tecnologías para aumentar el recobro en los campos maduros, con caso exitosos especialmente en crudos pesados, lo que le ha permitido mantener la producción nacional en un promedio de 880 mil barriles diarios.
Señaló que de los 54 mil millones de barriles originarios in situ en 101 años de historia de la industria, solo se han producido unos 11.000 millones barriles, es decir, un factor de recobro del 19%, mientras el mundo se mueve entre el 28 y el 34 %.
Espinosa señaló que un punto porcentual en la mejora del recobro, le aportarían al país nuevas reservas equivalentes a entre 450 y 500 millones de barriles.
Finalmente, dijo que Colombia es un país sub explorado y con varias cuencas poco desarrolladas, pero “es necesario aunar esfuerzos en la lucha contra el fantasma del desabastecimiento, y la única forma de encontrar hidrocarburos es explorando, haciendo sísmica y perforando pozos.”