Contrario a la tendencia internacional, las inversiones en Colombia vienen decayendo en el sector de oil & gas. Un informe de la ACP expone que, sin incentivos a la exploración, en 2030 finalizaría la actividad exploratoria en el país.
Un oscuro panorama se vislumbra para el futuro de la industria de oil & gas en el país. Así se desprende del informe económico ‘Tendencias y Perspectivas del Sector Petróleo y Gas en Colombia’, elaborado por la Asociación Colombiana del Petróleo y Gas (ACP), que en su décima edición recopiló cifras históricas, tendencias de acuerdo con los presupuestos establecidos para este año y proyecciones para la década; así como un contexto global, y recomendaciones para el sostenimiento de la seguridad energética y fiscal de Colombia.
Pero las alarmas no son de ahora. Las reservas de gas y petróleo han venido cayendo consistentemente en los últimos años, hasta llegar a 6,1 años en gas y 7,1 años en petróleo en la relación reservas/producción.
El sector gasífero es el más preocupante, pues para el próximo año se espera un déficit de unos 110 millones de pies cúbicos (Mpcd), déficit que tendrá que cubrirse con gas importado, pero si no entra la producción del offshore, a partir de 2027 el déficit sería de 330 Mpcd, es decir, la tercera parte del consumo. En ese mismo año también comenzaría una pronunciada declinación de la producción de petróleo, que no sería suficiente para cubrir la demanda.
La conclusión es que hacia 2027 Colombia no solo tendría una crisis energética sino una crisis fiscal, pues la reducción de ingresos provenientes del sector hidrocarburífero no alcanzarían para soportar la Regla Fiscal de Mediano Plazo.
Mientras las políticas del gobierno en Colombia le apuntan a marchitar la industria y abocar al país a una crisis energética de dimensione insospechadas, los demás países latinoamericanos le apuntan a aprovechar estas fuentes de riqueza.
Argentina con Vaca Muerte se consolidará como el mayor productor de gas de la región; Brasil aumentará su producción de petróleo de 3,5 a 5 millones de barriles diarios, convirtiéndose en el cuarto o quinto productor mundial de crudo, y Guyana, la nueva joya de la corona, tiene proyectado llegar a 1,8 millones de barriles diarios en 2027. De ahí que las inversiones están migrando a esos países, mientras en Colombia se reducen.
Inversiones en exploración y producción
Según el informe, en un contexto en el que el mundo retomó el impulso a las inversiones en la industria de hidrocarburos a niveles que no se veían desde 2011, y en el cual Latinoamérica se consolida como un jugador protagónico, la proyección de las inversiones en el país, tanto en petróleo como en gas, tiende a la baja.
En 2023, en Colombia se invirtieron USD 1.050 millones en exploración de petróleo y gas, 19% menos que en 2022 (USD 1.290 millones), principalmente debido a retrasos en trámites ambientales y dificultades para operar relacionadas con bloqueos a las operaciones y deterioro de las condiciones de seguridad en las regiones. En producción se invirtieron USD 3.780 millones, 5% superior frente a 2022.
Para 2024 se estima una inversión total en exploración y producción de hidrocarburos de USD 4.600 millones, lo cual representa una caída del 5% frente a 2023. En exploración, de USD 1.100 millones, y en producción, de USD 3.500 millones; sin embargo, a la fecha se han perforado 11 de los 40 pozos exploratorios proyectados, lo cual indica que la meta de inversión en exploración no se cumpliría.
En cuanto a producción, en petróleo se estima un promedio de 780-790 mil barriles por día (kbpd), y en gas, un potencial de producción de 1.020 Mpcd.
“En materia de reservas, las de gas han caído un 58% en los últimos 12 años, y la vida útil de las de petróleo está cambiando su tendencia, ahora a la baja. De manera que, los niveles de reservas no son suficientes para garantizar, en el mediano y largo plazo, la sostenibilidad energética y fiscal del país”, dice el informe.
Frente a este panorama, Frank Pearl, presidente ejecutivo de la ACP, explicó que, “la única forma de incrementar la producción de hidrocarburos de manera sostenible es a través de exploración, la cual se refleja en incorporación de nuevas reservas: sin exploración no hay reservas y sin reservas no hay producción. Para lograrlo, Colombia cuenta con empresas que continúan apostando por el país y sus regiones; y desde la industria nos mantenemos abiertos a trabajar de la mano con el Gobierno para garantizar la seguridad energética de los colombianos”.
En ese sentido, es importante tener en cuenta que, de los 297 convenios y contratos firmados con la ANH, a junio de 2024, 90 se encuentran con fase exploratoria en ejecución, a los cuales se estima que corresponden 110 pozos exploratorios pendientes de ser ejecutados entre 2024 y 2030; con ello, sin nuevos incentivos a la exploración, en 2030 finalizaría la actividad exploratoria en el país.
Recomendaciones al Gobierno
Para atender la demanda nacional de petróleo y gas con producción local, aprovechando el potencial hidrocarburífero del país, y contribuir a la sostenibilidad fiscal de la nación, la ACP recomienda:
- Nuevos mecanismos para incentivar exploración e incrementar producción: incentivos adicionales al Acuerdo 6 del 2023, avanzar en la reposición de áreas, y definir medidas que dinamicen la producción, entre otros.
- Revisar la tarifa del transporte de petróleo por oleoductos, pues es una de las más altas del mundo.
- Garantizar la seguridad en las operaciones, mejorar la viabilidad del entorno y optimizar los trámites (ambientales, consulta previa y arqueológicos).
- Para gas y proyectos costa afuera: flexibilizar el marco comercial, asegurar el desarrollo de infraestructura de transporte, actualizar su metodología tarifaria y expedir la regulación de tarifas para construir las bidireccionalidades. Además, priorizar los proyectos costa afuera.
- Mantener señales de estabilidad fiscal y regulatoria para una industria clave en la transición energética.
- Apoyar e impulsar el desarrollo de proyectos productivos y de diversificación económica en las regiones.