Colombia: Industria petrolera camina sobre la cornisa

La mayoría de los indicadores de la industria petrolera vienen cayendo año a año. Ante la preocupación por ese panorama oscuro, el gremio de los servicios propone alternativas para rescatar el sector.

Con un precio del Brent por debajo de los 60 dólares el barril a comienzos de mayo, la industria petrolera colombiana se acerca al límite de la rentabilidad. Si bien el breakeven o punto de equilibrio de producir en el país se encuentra entre 40 y 45 dólares por barril, hay que tener en cuenta que, por ser crudos pesados, en el mercado internacional se venden ente 8 y 10 dólares menos que el precio de referencia.

De tal suerte que, si las cotizaciones siguen en picada, las compañías comenzarían a clausurar pozos. De hecho, Ricardo Roa, presidente de Ecopetrol, anunció en días pasados que la compañía está analizando esa opción en varios campos que no serían rentables.

Al entorno internacional de bajos precios y mayor oferta de crudo, en medio de la guerra arancelaria desatada por el presidente estadounidense Donald Trump, se le suma el ambiente hostil en que deben operar las compañías en Colombia.

Nelson Castañeda, presidente Ejecutivo de la Cámara Colombiana de Bienes y Servicios de Petróleo, Gas y Energía (CAMPETROL) señaló que las empresas deben enfrentar problemáticas como la intermediación laboral abusiva, extorsión y bloqueos territoriales que elevan los costos de operación.

Es urgente sincerar en la estructura de costos la inversión social vía sobredotaciones de personal y tarifas de servicios locales por fuera del mercado, evaluar el impacto de las inversiones sociales y alinear los instrumentos de política pública con una visión técnica y de largo plazo”, dijo el dirigente gremial.

Las cifras no mienten

La tormenta perfecta en contra de la actividad tiene con los pelos de punta al sector. Y las cifras así lo reflejan. La producción fiscalizada de petróleo cayó 1,1 por ciento en los últimos doce meses, al pasar de 764.200 barriles por día en marzo de 2024 a 755.600 barriles/día en marzo de 2025.

Más dramática es la caída en la producción comercializada de gas, que de 1.022 millones de pies cúbicos día (MPCD) en marzo de 2024 pasó a 824 MPCD en marzo pasado, una caída de casi el 20 por ciento. Otros indicadores en negativo en el mismo periodo fueron las exportaciones, la inversión extranjera directa y la carga de refinerías.

Por su parte, el gobierno no atiende los llamados del sector. Por el contrario, en el pasado consejo de ministros, el presidente Gustavo Petro advirtió que si Ecopetrol no se transforma se va quebrar. El mandatario señaló que ya se bajaron al menos 17% las exportaciones de la empresa, y agregó que “hoy la frontera tecnológica se hace con matemática cuántica, computadores cuánticos e inteligencia artificial.”

“Ecopetrol está reacio, se quedó en el pasado, en el petróleo, e impiden dentro y fuera que den el salto, Ecopetrol se quiebra si sigue en el petróleo, no es porque produzcamos menos sino porque demandan menos, va pasar lo mismo con el carbón”, agregó.

Sin embargo, no mencionó el aumento de la carga impositiva a la industria durante este gobierno, que elevó el government take a niveles entre 70 y 80 por ciento, uno de los más altos del mundo.

A lo anterior se le suma que el gobierno tiene dos líneas rojas en la industria de hidrocarburos: no a los yacimientos no convencionales y no a la firma de nuevos contratos de exploración y producción.

Propuestas de la industria

Así, en las condiciones actuales, la viabilidad financiera de nuevos proyectos y el sostenimiento de los campos con estructuras de costos operativos elevados y aquellos que producen crudos pesados pueden verse afectados.

En respuesta, CAMPETROL propone medidas técnicas y contractuales orientadas a dinamizar los contratos vigentes y fortalecer la continuidad operativa y competitiva del sector. Entre ellas:

  • Ajuste de condiciones contractuales para incentivar producción incremental (modificación del factor X y regalías variables).
  • Evaluación de contratos suspendidos y extensión de vida útil de proyectos hasta su límite económico.
  • Declarar vía CONPES a los proyectos offshore de gas como de interés nacional estratégicos (PINE).
  • Mejora de factores de recobro en cuencas clave y solución de cuellos de botella contractuales y operativos.

Esta es una propuesta rigurosa, basada en evidencia y orientada a preservar la sostenibilidad técnica y económica del sector. La pérdida de competitividad por restricciones contractuales, distorsiones en los costos y bloqueos operativos puede acelerar el declive productivo y comprometer la autosuficiencia energética del país en el corto plazo”, concluyó Nelson Castañeda.