Desde la fusión en abril de 2017, Siemens Gamesa ha tenido tres consejeros delegados alemanes y ha anunciado cuatro profit warning.
Por: RAMÓN ROCA*
Suele ser una señal clara de estar más perdido que una aguja en un pajar el
hecho de señalar y culpabilizar de tu gestión a un tercero que pasaba por ahí.
Eso es lo que ha sucedido con Siemens Gamesa esta semana pasada en la que la
directiva germana (Siemens) dejaba a Gamesa (la parte española) muy mal parada
tras anunciar fallos en sus turbinas que han creado un agujero de 1.000
millones de euros y ha generado un nuevo profit warning en la
compañía.
La directiva germana echaba balones fuera y dejaba
en mal lugar a Gamesa y sus trabajadores, algo que ha dejado desconcertado
al equipo español de la compañía.
Según ha podido establecer El Periódico de la Energía de fuentes conocedoras
de la situación de la compañía, los fallos se han producido en las turbinas con
la plataforma onshore 5X, una turbina que vio la luz por primera vez en abril
de 2019, dos años después de la fusión entre Siemens Wind Power y Gamesa el 3
de abril de 2017.
En ese momento, Siemens ya poseía la mayoría de la compañía y el CEO de
Siemens Gamesa no era otro que Markus Tacke y el presidente de la misma el
español Miguel Ángel López, procedente de Siemens España.
La plataforma 5X
Para entonces, los directivos de la antigua Gamesa ya habían desaparecido o
estaban a punto de hacerlo. Incluso Iberdrola, por esas fechas ya estaba muy
cansada de la alemana Siemens por su gestión de la empresa fusionada.
En febrero de 2020 Iberdrola acordó con Siemens la venta de su paquete del
8% por unos 1.100 millones de euros. Gamesa quedaba absolutamente en manos de
los alemanes.
Entre todo esto, la empresa no se ha gestionado bien. Solamente el hecho de
que se hayan anunciado cuatro profit warning no deja en muy buen lugar
a los gestores de la compañía.
Tampoco el hecho de que hayan pasado varios consejeros delegado (Tacke,
Nauen, Eickholt) y que ninguno de ellos haya sabido fijar un rumbo a la
compañía.
Ahora, en 2023, tras cuatro años vendiendo turbinas por medio mundo de la
plataforma 5X, la compañía se ha encontrado con un gravísimo problema. Todavía
está por determinar si es un problema de diseño de la plataforma o de la
construcción de la misma. Es difícil saberlo teniendo en cuenta el oscurantismo
con el que Siemens está gestionando esto. Dicen que están investigando y que
incluso los fallos se podían haber trasladado al negocio offshore,
donde Gamesa no tiene absolutamente nada que ver.
El caso es que este fallo podría hacer cambiar todas las turbinas (más de un
centenar) y por eso la compañía ha valorado un agujero de unos 1.000 millones
de euros en las cuentas. Eso, traducido en bolsa ha sido una caída de más del
30%.
España y Gamesa
Es cierto que parte de la plataforma 5X se construye en la planta española
de Ágreda, pero no todos los componentes se fabrican en la localidad soriana.
Otros se hacen en China u otras plantas del fabricante.
Trabajadores de Siemens Gamesa en España se muestran incrédulos ante las
palabras procedentes de Alemania en las que se acusaba a Gamesa de no resolver
los problemas.
Sólo hay que echar un vistazo a lo sucedido en el fabricante de
aerogeneradores desde que se fusionó hace seis años. Prácticamente Gamesa ha
desaparecido. Todos sus directivos fueron cesados o pactaron su salida, ha
cerrado casi todas las fábricas. Lo único, que mantiene Zamudio por aquello de
no llevarse mal con el gobierno español.
Gamesa funcionó bastante bien antes de la fusión. Si no fuera así, los
germanos de Siemens no se habrían fijado en ella. Parecía que la fusión era
perfecta, las sinergias casaban, pero ya desde los inicios salió mal. Pésima
relación entre accionistas (ahora sólo está Siemens Energy), tumbos en la
gestión, profit warningscasi todos los años y CEOs que no encajan por
ningún lado.
Pero la culpa es de Gamesa. La autocrítica resalta por su ausencia en la
gestión de este problema. No sería de extrañar que Ágreda y todo lo que
signifique Gamesa corriese peligro.
En definitiva, Siemens siempre ha dejado claro quien mandaba y lo que
pretendía, pero al final el tiempo pone a cada uno en su sitio y no hay excusa,
porque el verdadero artífice de todo este desastre no es otro que el que manda,
Siemens.
*Tomado de: elperiodicodelaenergia.com