¿Cuáles son las oportunidades del GLP en Colombia?

Durante el Cuarto Summit Internacional del GLP, organizado por Agremgas en Barranquilla, Rutty Paola Ortiz, exviceministra de Energía y socia de la firma Castelar, presentó las oportunidades del GLP en el país.

En un entorno de transición energética y aumento de precios del gas natural y la gasolina, con la necesidad de ofrecer energéticos asequibles para mitigar la pobreza energética que afecta al 18,5 por ciento de la población colombiana (cerca de 10 millones de personas), el gas licuado del petróleo (GLP) se ofrece como una alternativa en múltiples sectores.

De acuerdo con Ortiz, las mayores oportunidades del GLP en el país se encuentran en ocho grandes áreas: Aire propanado, generación térmica, almacenamiento y respaldo, como combustible en el sector de movilidad, como sustitución de leña, en generación dual con la solar fotovoltaica, generación para Pymes, y respaldo de infraestructura esencial.

Aire propanado: Es una tecnología que se utiliza para remplazar al gas natural cuando se presentan problemas de suministro de este energético, con un desempeño similar. En Colombia se ha utilizado en Cúcuta y Pasto, y tiene la posibilidad de emplearse para la atención de nuevos mercados.

Generación térmica de respaldo: En Colombia solo existe una planta de generación de electricidad con GLP, pero se puede emplear como fuente alternativa en escenarios de escasez hídrica o de gas natural. También es una solución ideal para generar en firme en zonas insulares.

Almacenamiento estratégico: Países como Argentina, Brasil y Japón cuentan con modelos de almacenamiento distribuido de GLP, precisamente una de las principales debilidades del sector en Colombia, como lo evidenció el estudio de la UPME, y por lo tanto una de las grandes oportunidades del sector.

Según la UPME, el país requiere construir almacenamientos estratégicos por un total de 68.270 toneladas, identificados en Soacha, Bello, Yumbo, Ibagué, Pasto, Bosconia, Girón, Villavicencio y Leticia, para atender las regiones de mayor consumo.

El almacenamiento estratégico es urgente, especialmente frente a contingencias de orden social o natural que ponga en riesgo la logística de distribución.

Movilidad: Si bien ha hecho carrera la narrativa de la electrificación del transporte, no todo el sector puede ser electrificado, principalmente por las necesidades de generación o la dificultad de sustitución, bien sea por factores económicos o geográficos.

En Colombia, el AutoGLP y el NautiGLP vienen creciendo hasta alcanzar a comienzos de 2025 unos 5.000 vehículos convertidos y más de 20 estaciones de servicio. El GLP como combustible automotor tiene una ventaja competitiva en precio, por lo que se ofrece como un substituto de la gasolina en vehículos automotores y náuticos.

Sustitución de leña: En Colombia todavía existen 1,5 millones de familias que cocinan con leña o materiales contaminantes. En este sector, el GLP es la alternativa más inmediata de sustitución, por la facilidad de llegar a cualquier rincón del país.

Países como India, Perú y Guatemala han tenido programas de sustitución de leña, con todo lo que eso representa en términos de salud pública y reducción de la pobreza energética.

En Colombia existe un plan de sustitución, pero está limitado por el cubrimiento de los subsidios, que solo está implementado en seis departamentos y, además, el gobierno presenta retrasos en los desembolsos a las empresas distribuidoras.

Generación híbrida: Ortiz señaló que a donde llega el diésel puede llegar el GLP, luego es un combustible que se puede utilizar en la generación de energía, especialmente en las zonas no interconectadas. En ese sentido, recomienda implementar soluciones híbridas de plantas a GLP con solares fotovoltaicas.

En Filipinas, Indonesia y zonas de África Subsahariana se han implementado con éxito este tipo de soluciones para asegurar electricidad y cocción de alimentos en comunidades sin conexión a la red eléctrica.

Generación para Pymes: Para procesos industriales de pequeña y mediana escala que usen la energía de manera intensiva, el GLP se ofrece como un energético principal o de respaldo.

Respaldo para infraestructura esencial: En Colombia las normas establecen que la infraestructura esencial de salud, como hospitales, clínicas, laboratorios y centros de salud, deben tener una planta de respaldo de generación eléctrica.

En la mayoría de los casos, esas plantas funcionan a diésel, uno de lo combustibles más contaminantes, por lo que el GLP es una alternativa para sustituirlas de manera costo-eficiente y con menores emisiones.

Como ejemplo de este tipo de soluciones, Rutty Paola Ortiz mencionó a Japón, Corea del Sur y zonas rurales de Chile y Argentina, donde se han incorporado plantas a GLP como parte de los planes de contingencia en el sector salud.

Finalmente, Ortiz señaló que para avanzar hacia la conquista de las oportunidades que tiene el GLP en Colombia, se debe avanzar en cuatro aspectos: Coordinación entre la regulación del GLP para redes y en cilindros, integrar al GLP en la canasta de energéticos para las comunidades energéticas; avanzar en la infraestructura de importación y almacenamiento estratégico; y hacer un análisis nacional y por regiones para determinar el uso potencial del GLP como energético para los sectores eléctrico, industrial y de transporte.