La Asociación Colombiana del Petróleo y Gas (ACP) presentó su informe anual sobre el ‘Sector de combustibles líquidos en Colombia: Evolución 2023 y perspectivas 2024-2033; el cual aborda la distribución de estos energéticos como un servicio público esencial.
El sector genera más de 270 mil empleos entre directos e indirectos. Durante 2023 se realizaron inversiones por $2,9 billones y se espera que para este año aumente a $3,3 billones. Además, durante el año pasado los aportes fiscales fueron de más de $8,5 billones.
Sin embargo, el informe evidencia que durante el 2023 los agentes de la distribución de combustibles líquidos enfrentaron diversos eventos que pusieron en riesgo el suministro de aproximadamente 45 millones de galones, el 65% (alrededor de 30 millones) debido a bloqueos a plantas y vías, principalmente en Cundinamarca, Meta, Santander, Huila y Cesar.
En total, durante el año pasado se realizaron 245 bloqueos por comunidades y grupos armados, además de contingencias operativas, derrumbes por condiciones climáticas y limitaciones en la oferta de etanol durante el primer semestre. “No obstante, gracias al esfuerzo logístico de los distribuidores mayoristas y al liderazgo del Ministerio de Minas y Energía se garantizó el abastecimiento en el territorio nacional”, señala el informe.
El presidente de la ACP, Frank Pearl, recordó que “asegurar un suministro continua y confiable de combustibles es esencial para mantener la estabilidad del sistema energético y que muchos servicios críticos, como el transporte público, los servicios de emergencia, la atención médica y el abastecimiento de alimentos y suministros básicos, dependen del acceso constante a los combustibles que, de acuerdo con el Plan Energético Nacional, representan el 42% del consumo final de energía de Colombia, por lo que interrupciones en el suministro podrían tener graves consecuencias para la calidad de vida y poner en riesgo derechos fundamentales de los colombianos.”
Por eso, para atender eficientemente la demanda de combustibles por parte de los colombianos, los agentes de la cadena recomiendan, entre otras gestiones: desarrollar almacenamientos estratégicos de respaldo; ampliar la infraestructura de transporte por poliductos; viabilizar importaciones de combustibles y biocombustibles; estabilizar al 10% el porcentaje de mezcla de etanol; y fortalecer, con las autoridades de Gobierno y regionales, las condiciones habilitantes de la operación.
Demanda continuará creciendo
En 2023 el consumo de combustibles líquidos en el país experimentó un crecimiento moderado del 0,3%, en respuesta a la reducción del 2,5% en el consumo de gasolinas, mientras que se observaron aumentos del 3% y 2% en diésel y jet, respectivamente. En este comportamiento influyeron el incremento del 48% en el precio de la gasolina corriente tras el desmonte del subsidio, la estabilidad en el precio del diésel, el aumento del transporte terrestre de carga y pasajeros, la necesidad de activar plantas de generación térmica y la salida de aerolíneas de bajo costo del mercado.
Para el decenio 2024-2033 se proyecta un crecimiento anual del mercado de combustibles del 1,8%, anticipando una recuperación en la senda de crecimiento económico sostenible a partir de 2024, y mayor adopción de tecnologías de bajas y cero emisiones. Se prevé que en este año los agentes de la cadena inviertan cerca de $3,3 billones, 12% más que el año pasado.
Finalmente, el informe recomienda garantizar el servicio público esencial del abastecimiento de combustibles líquidos de manera confiable, eficiente y sostenible, incentivar diversas fuentes de abastecimiento para garantizar la seguridad energética, promover la competencia mediante la liberación de los márgenes e incentivar el aumento de la mezcla de biocombustibles, en particular de etanol en las gasolinas, lo cual no requiere inversiones adicionales y, en cambio, ofrece beneficios en términos de descarbonización.