Como resultado del primer día de la VI Cumbre de Petróleo, Gas y Energía, Gobierno e industria coinciden en la premisa del trabajo en conjunto para asegurar que en la transición nadie se quede atrás.
En el proceso de construcción de la hoja de ruta para la transición energética justa, Colombia está llamada a avanzar en la diversificación de sus fuentes de energía, garantizar el suministro energético, y asegurar el acceso a la energía a todos los colombianos, y con ello reducir la pobreza energética, impulsar el mejoramiento de la calidad de vida en las regiones y favorecer el desarrollo social y económico sostenible de país; con esta premisa inició la VI Cumbre del Petróleo, Gas y Energía, que se desarrolla en Cartagena.
El Evento, que reúne a más de 2.500 personas entre expertos nacionales e internacionales del sector, líderes del Gobierno nacional y regionales, líderes de opinión, académicos y profesionales de la industria del petróleo y gas, es organizado por la Asociación Colombiana del Petróleo y Gas (ACP), la Cámara Colombiana de Bienes y Servicios de Petróleo, Gas y Energía (Campetrol), la Asociación Colombiana de Geólogos y Geofísicos de la Energía (ACGGP) y la Asociación Colombiana de Ingenieros (ACIEM), con el propósito de aportar a la discusión informada sobre el futuro energético del país, y ofrecer una visión integral de la industria y su rol en la garantía de la seguridad energética y la transición que requieren los colombianos.
En la instalación, Nelson Castañeda, presidente Ejecutivo de Campetrol, resaltó que «la industria de hidrocarburos es esencial para cerrar brechas sociales y mejorar el bienestar de los colombianos. El país debe aumentar la producción y reservas de hidrocarburos aprovechando los altos precios del petróleo, mejorando su competitividad y atrayendo inversiones. Por ello, la transición hacia otras fuentes de energía debe ser gradual y segura, acompañada de políticas para compensar la pérdida de ingresos provenientes de los hidrocarburos” e hizo énfasis en la formación intensiva en conocimiento y la generación de espacios participativos como pilares para llevar a cabo la transición energética justa por la que trabajan juntos Gobierno, industria y territorios.
Por su parte, el ministro de Minas y Energía, Omar Andrés Camacho, destacó su compromiso con escuchar y construir políticas públicas para impulsar el sector energético y transformar a Colombia en una potencia en este ámbito. “La seguridad energética es fundamental para la transición, por ello resaltamos la importancia del diálogo y la colaboración para que esta se
logre de manera gradual, planeada y ordenada. Es fundamental trabajar en conjunto para transformar el territorio y avanzar hacia una sociedad más sostenible”.
En la jornada también se expusieron las dimensiones de la seguridad energética en el contexto de América Latina, explorando los desafíos y ventajas que podría ofrecer una integración a nivel regional, y la creación de sinergias para garantizar el suministro de petróleo y gas satisfaciendo la demanda durante las próximas décadas.
Así mismo, se consideró que es necesario evaluar cómo la transición se materializa desde una perspectiva económica, social y ambiental, especialmente en un país con notables desigualdades territoriales.
Entre otros temas, se habló de seguridad jurídica y regulatoria, del proceso de paz y de los 40 años de Caño Limón. Mañana, la agenda académica de la Cumbre se enfocará en abordar las estrategias de financiación de la transición, los retos para asegurar que sea justa; además del rol de los combustibles líquidos, la transición del parque automotor, el camino hacia el carbono neutralidad, y los resultados del Barómetro Petrolero.