Palabras del presidente de la Asociación Colombiana del GLP (GASNOVA), en la primera jornada del 6º Congreso Internacional del GLP que se realiza en Bogotá.
En la intervención de apertura del Congreso Internacional de GLP, Alejandro Martínez resaltó cómo durante 2024 se hicieron explícitas las dificultades que enfrenta el país para asegurar su abastecimiento energético en el futuro próximo y que se venían evidenciando desde hace algunos años. Y añadió:
“El déficit asociado al Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles está pesando mucho en las cuentas fiscales del país, por lo cual se hace insostenible permitir que siga incrementándose.
“Por esto, el gobierno nacional se ha visto en la obligación de desmontar gradualmente el subsidio que tradicionalmente se ha otorgado a la gasolina motor y al diésel, de tal forma que ya la gasolina alcanzó el nivel de precio internacional, a la par que el ministro de Hacienda anunció el pasado 23 de julio, que el precio del diésel debe subir $6.000 por galón, entre lo que resta de 2024 y el próximo año, para sanear la deuda correspondiente.
“Por otra parte, ya es oficial la noticia sobre los faltantes de gas natural de producción nacional para atender la demanda, razón por la cual los presidentes de Ecopetrol y Naturgas han anunciado la necesidad de recurrir a gas importado a partir de 2025.
“Esto implica que el país pasará de consumir gas nacional, que aporta regalías y se transaba en el mercado interno normalmente a precios desligados por completo del entorno internacional, a completar su suministro con gas proveniente de un mercado exportador, con los consecuentes incrementos en precio y las necesidades de recursos adicionales para los subsidios asociados, que esto conlleva.
“Así las cosas, el GLP es el llamado a apoyar decididamente la situación energética antes descrita, teniendo en cuenta que es el único combustible en el país cuyo precio de suministro -si bien no es el de paridad importación- siempre ha estado indexado a indicadores internacionales y ha tenido que operar bajo variaciones mensuales del mismo.
“Esto significa que es el combustible que más cerca está de la situación real que debe afrontar el país y que aun teniendo que completar oferta con GLP importado, está preparado para contribuir al manejo de la situación deficitaria de gas natural y a la sustitución de combustibles automotor y náutico, como gasolina y diésel, al poder competir con los precios que estos tendrán sin subsidios.
“El país se verá abocado a asumir una situación de incremento en los precios de sus energéticos, al tener que ser abastecido con productos importados y esa no es la condición más deseable.
“No obstante, ante la dificultad para asegurar el abastecimiento y la continuidad en el suministro de gas natural y los altos precios de la gasolina y el diésel, es importante que en la nueva canasta energética que el gobierno nacional tiene actualmente en construcción, se considere de manera especial la contribución del GLP, incrementando su producción nacional, priorizando las inversiones requeridas para el manejo interno de las importaciones que se requieran y teniendo en cuenta las ventajas que tiene frente al gas natural para materializar importaciones.”