Por ser un derivado directo del petróleo y el gas natural, el gas licuado del petróleo (GLP) se mueve según los vaivenes de estas industrias. Mayor importación, pero una alternativa a la escasez de gas natural.
Dada la caída en las reservas y producción de gas natural en Colombia, que es de donde proviene la mayoría del GLP nacional, la producción de este combustible también ha venido cayendo en los últimos años y, en consecuencia, debe recurrir a mayores cantidades de producto importado.
Actualmente, el país produce el 60 por ciento del consumo nacional e importa el 40% restante, dijo Sara Vélez, directora Ejecutiva de la Asociación Gremial Colombiana de Comercialización de Gas (AGREMGAS), durante la inauguración del Cuarto Summit Internacional del GLP, que se realiza en Barranquilla.
La dirigente gremial agregó que la caída de las reservas de gas natural también representa una oportunidad para el GLP, “como un complemento y sustituto del gas natural, para garantizar seguridad energética del país, y el adecuado abastecimiento a los usuarios a residenciales, industriales, a la movilidad y, por supuesto, a la generación térmica”.
No obstante, de acuerdo con el balance de oferta y demanda presentado por la Unidad de Planeación Minero Energética (UPME), a partir de 2027 se presentaría un déficit de GLP para atender la demanda. En ese sentido, la industria trabaja en la ampliación de la infraestructura de importación.

Actualmente, el país cuenta con dos terminales, Okianus y Plexaport, pero Okianus avanza en una segunda fase y, en Puerto Bahía, Frontera Energy y Gasco construyen otra facilidad, que se espera entre en operación a finales de 2026. Todas en Cartagena.
Y aunque Vélez señaló que el producto importado es más costoso, lo cual se ha visto reflejado en un aumento en las tarifas a los usuarios del GLP en alrededor del 15 por ciento en el último año y medio, frente al gas natural importado el GLP tiene un precio menor entre un 25 y un 30 por ciento.
Pero si bien la importación le apunta a cubrir el faltante de la producción nacional, Eider Camilo Quintana, líder de Procesos Estratégicos de la UPME, dijo que se presenta una situación crítica en el transporte y almacenamiento en el interior del país.
De acuerdo con Quintana, se requiere construir almacenamientos estratégicos por un total de 68.270 toneladas, ubicados en Soacha, Bello, Yumbo, Ibagué, Pasto, Bosconia, Girón, Villavicencio y Leticia, para atender las regiones de mayor consumo.
Y es que, si bien, el GLP representa solo el 2,3% de la matriz energética, atiende a 3,4 millones de usuarios, unas doce millones de personas, especialmente de los estratos uno y dos, por lo que juega un papel importante en la sustitución de leña, que utilizan 1,5 millones de hogares en el país.
Finalmente, en cuanto al pago de los subsidios, Vélez dijo que el gobierno se puso al día hasta enero de 2025, pero desde febrero hasta mayo la deuda con las empresas distribuidoras de GLP ya ascendía a 40.000 millones de pesos.