Impulsan modelo que permite a las empresas reducir su consumo de energía

Una transformación en el sector empresarial colombiano demuestra que la flexibilidad energética no solo es posible, sino también rentable y beneficiosa para el país.

Klik Energy, plataforma de gestión energética inteligente, presentó un modelo diseñado para grandes consumidores de energía en Colombia, que les permite a las empresas gestionar su consumo de forma flexible, ajustando su demanda de energía en momentos estratégicos. A cambio, obtienen ingresos adicionales, convirtiendo su capacidad de respuesta en una ventaja competitiva.

El funcionamiento del modelo se basa en dos mecanismos principales. El primero es la Demanda Desconectable Voluntaria (DDV), mediante el cual las empresas no están obligadas a reducir su consumo de forma continua, sino que se comprometen a estar disponibles para hacerlo cuando el sistema eléctrico lo requiera. Por esta disponibilidad, las empresas reciben pagos en dólares por megavatio hora (USD/MWh).

Es un esquema similar al de los suplentes en un partido de fútbol, aunque no estén siempre en juego, deben cumplir con sus entrenamientos y reciben una compensación por estar listos para entrar a jugar. De igual forma pasa con el mecanismo DDV, para asegurar su capacidad de respuesta, las empresas deben realizar pruebas periódicas de reducción de consumo durante cuatro horas cada 60 días y mantenerse disponibles cuando el sistema energético lo requiera.

El segundo mecanismo es la Reducción de Demanda (RD), en el cual las empresas acuerdan realizar reducciones reales de consumo adaptadas a sus procesos operativos. Pueden ofertar un mínimo de una hora diaria de reducción, y por cada kilovatio hora (kWh) que logren disminuir, reciben una compensación aproximada de $400.

El valor del pago se determina según la demanda del mercado y la Línea Base de Consumo (LBC), que corresponde al promedio del consumo energético registrado en los últimos 60 días. Las empresas tienen la posibilidad de ofertar reducciones en días laborales, sábados y/o domingos, y reciben pagos basados en la cantidad de energía que logran liberar frente a su LBC, expresados en dólares por megavatio hora (USD/MWh).

“Si esta cultura de flexibilidad energética se extendiera a nivel nacional, Colombia podría experimentar beneficios colectivos importantes, tales como la reducción de los costos de energía para todos los ciudadanos, la atracción de nuevos proyectos energéticos que operen de forma óptima y un avance hacia una sociedad más consciente del uso responsable de sus recursos naturales, superando así las barreras que dificultan el crecimiento sostenible. Además, contribuiría a aplanar la curva de demanda, ayudando a evitar apagones como los ocurridos recientemente en Ecuador durante el fenómeno de El Niño, o los registrados en España y Portugal” afirma Esteban Quintana CEO de Klik Energy.

La medida más eficaz para las empresas es adoptar una gestión estratégica de la energía, que combine decisiones basadas en datos (data-driven), con una participación activa en los mecanismos de respuesta a la demanda. Esta combinación permite liberar el valor de la flexibilidad energética, mejorando la eficiencia, competitividad y rentabilidad de las organizaciones.