Qué es la transición energética

  • Conceptos, perspectivas y realidades de la transición energética en el mundo.

Por: JUAN FELIPE NEIRA*

28  de junio de 2018.   Históricamente, la matriz energética de los países desarrollados se venía estableciendo sobre la base de los recursos no renovables, al punto que en 2016 el 80% de las fuentes primarias de energía de los países miembros de la OCDE correspondía a recursos fósiles como carbón, gas natural e hidrocarburos (AIE, 2017).

Sin embargo, el impacto del consumo de estos recursos en el medio ambiente ha generado consecuencias que pueden tener efectos nefastos para la población mundial. Por lo tanto, es imperativo modificar los patrones de consumo y de generación de energía, convirtiéndose en una necesidad de primer orden para gobiernos, entidades privadas y la ciudadanía.

Para que esto pueda hacerse de forma gradual, se requiere una transformación que evite los costos ambientales, pero que proteja las inversiones y la seguridad del suministro para los consumidores finales. A esto se ha denominado como la transición energética.

¿De dónde viene la transición energética?

El sector energético es la columna vertebral de los aparatos productivos de los países. A pesar de que se cuenta con distintas formas de generación de energía, una de las más importantes es la generación de electricidad a partir de la utilización de recursos fósiles. Adicionalmente, la infraestructura, los productos y los servicios para la movilidad humana, se han establecido a partir del motor de combustión.

En las últimas dos décadas del siglo XX, distintos informes como el Reporte Burtland (1987), publicado por Naciones Unidas, o el Reporte en Política Energética y el Efecto Invernadero, publicado por el Royal Institute of Interntional Affairs (1990), señalaron que el consumo de energía es la principal actividad humana que contribuye al calentamiento global y al cambio climático. Incluso se mencionó que la utilización de combustibles fósiles es responsable por entre 45-70% del impacto total. Esta fue una alerta clara para la sociedad mundial sobre la necesidad de iniciar un cambio hacia otras fuentes de energía.

Otro aspecto que inició las discusiones sobre la diversificación de la matriz energética a nivel mundial fue la falta de diversidad en el suministro de energía. Eventos como las crisis de los precios del petróleo en los años setenta y ochenta, o los accidentes en plantas de generación nuclear como en el reactor de Lucerns, Three Mile Island o Chernobyl, mostraron la necesidad de establecer y apoyar programas de desarrollo tecnológico para utilizar fuentes renovables en la generación de energía.

Con base en eso, diferentes gobiernos empezaron a apoyar financiera y políticamente la investigación y el desarrollo que permitan generar energía de fuentes alternativas, dando las primeras señales hacia una transformación energética.

¿Qué significa transición energética?

A pesar de que se habla mucho sobre la transición energética, este es un concepto que no ha tenido una definición unificada. Esto podría entenderse como una desventaja, ya que es difícil identificar qué es y sobre todo cómo se puede llevar a cabo; pero puede ser un punto a favor, ya que permite que el componente de transición como proceso sea entendido desde un punto de vista más local y subjetivo que permita aplicarse a cada realidad.

Es así como la transición energética de un país como Alemania no es la misma en su proceso técnico, económico o jurídico, que la que debe llevarse en un país como China o Colombia. A la vez, la transición energética de una compañía del sector real, dista mucho del proceso que debe llevar a cabo una empresa de servicios tecnológicos, por ejemplo.

La transición energética debe ser entendida como un concepto sombrilla sobre el cual pueden establecerse procesos de cambio normativos, tecnológicos, técnicos y de inversión. Es esencial que, en cualquiera de estos procesos, se entienda que la finalidad es la disminución de emisiones de carbono, manteniendo los mismos niveles de producción y competitividad.

Elementos clave para la transición energética

  • Modificación de la matriz energética hacia fuentes de bajas emisiones de carbono: El objetivo número uno de la transición es modificar en la mayor medida posible la matriz energética y disminuir la dependencia de combustibles fósiles tanto en generación eléctrica como en movilidad vehicular, principalmente.
  • Posibles métodos o fuentes de generación de cambio: En la medida en que la transición es un proceso de cambio de una generación con grandes emisiones a una con mínimas emisiones, es válido preguntarse si existen combustibles o mecanismos que permitan suplir la demanda de energía, mientras se concretan las inversiones y el desarrollo en infraestructura renovable. Algunos han planteado la utilización del gas natural como “puente” entre una actualidad de combustibles fósiles y un futuro de generación a través de la energía renovable.
  • Fuentes de financiación para el cambio: La infraestructura del sector energético (generación, distribución y comercialización y también el suministro de combustibles para movilidad) han sido desarrolladas para suplir la demanda de la población mundial. Por lo tanto, la construcción y el desarrollo de una nueva infraestructura que supla los requerimientos técnicos y de emisiones de carbono requiere un compromiso importante de inversión.
  • Modificaciones en eficiencia energética: La eficiencia energética es un componente esencial en la transición. Es así como el consumidor industrial no debe estar obligado a sacrificar su competitividad, pero puede ser necesario que haga inversiones en actualización de maquinaria, procesos o tecnología, para mantener sus niveles de producción, disminuyendo el consumo total de energía. A la vez, el consumidor en el sector residencial puede ver una disminución de su consumo mediante algunas inversiones en componentes tecnológicos o de actualización técnica, que permitan mantener la misma calidad de vida con un menor consumo de energía total.
  • El Trilema Energético: El Consejo Mundial de Energía desarrolló el concepto del Trilema Energético, donde los componentes de seguridad energética, asequibilidad y sostenibilidad son los elementos esenciales de la política energética. Si los gobiernos, reguladores y autoridades entienden el desarrollo del sector energético mediante un equilibrio eficiente de estos tres elementos, se pueden dar transformaciones normativas y regulatorias que den paso a la transición, con beneficios tangibles para la población y la industria.
  • Tecnología y energía inteligente: La necesidad de incorporar elementos como redes inteligentes, contadores inteligentes o micro-redes, son esenciales para lograr una transición segura, tranquila y eficiente. Es a través de estos elementos tecnológicos que se puede entender el comportamiento de la demanda para una mejor gestión de la generación y la transmisión de energía.

El reto del presente

Es evidente que existen grandes retos para las sociedades actuales, pero pocos como la transformación para enfrentar el cambio climático. El sector energético se encuentra en el centro de la discusión y se presenta como protagonista inevitable en este debate.

La necesidad de cambio imperante ha llevado a que se hayan desarrollado tecnologías alternas para la generación de energía. Muchas de estas eran descartadas por su alto costo, pero gracias al ingreso de gigantes manufactureros como China, los costos han descendido de forma dramática, facilitando el acceso a estas tecnologías.

Sin embargo, existen otros retos necesarios para poderlas implementar de forma integral a las matrices energéticas. La necesidad de alinear prioridades y objetivos entre el sector privado y el público, eliminar barreras regulatorias y establecer mecanismos de estímulo financiero, se convierten en esenciales para que esta transición hacia un mundo bajo en carbono pueda hacerse realidad.

*Juan Felipe Neira Castro es docente e investigador del Departamento de Derecho Minero Energético de la Universidad Externado de Colombia, institución del grupo de universidades que apoya al Consejo Mundial de Energía Colombia.

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