Frente al actual fenómeno de El Niño y en un ambiente donde las obras de expansión están retrasadas y otras canceladas, nueve exministros de Minas y Energía y ACIEM le expresaron al Gobierno su preocupación por una eventual crisis energética.
La situación de emergencia también fue puesta de manifiesta por XM, el operador del mercado eléctrico colombiano, en su reciente análisis de riesgo financiero del mercado de energía, pues 17 comercializadores que atienden casi el 40% de la demanda comercial del país se encuentran en serias dificultades financieras por deudas cercanas a los cinco billones de pesos, que podrían contagiar a 19 agentes adicionales y generar deudas en la bolsa de energía por $827 mil millones.
“Una crisis de esta naturaleza, que amenaza la viabilidad del sistema eléctrico actual, tiene su origen en las enormes dificultades para que los nuevos proyectos de generación y transmisión entren en operación a tiempo y permitan reducir los niveles de exposición de la demanda y asegurar la confiabilidad en el suministro; así como en medidas que han afectado de manera grave la liquidez de las empresas como la imposición reciente de barreras para recuperar los más de $5 billones del diferimiento de la tarifa (Opción Tarifaria) que se dio como alivio en momentos de la pandemia”, mencionan los exministros en carta envida el pasado 7 de octubre al presidente Petro.
A esa situación hay que sumarle las presiones al alza de los precios de la energía que ya se observan por el fenómeno de El Niño, la incertidumbre sobre el suministro de gas para atender la demanda de corto y mediano plazo, y la precariedad institucional, especialmente de la Comisión de Regulación de Energía y Gas (CREG), donde no se han nombrado comisionados en propiedad y al director se le venció el término de su mandato.
Desde hace meses, empresas, gremios, exfuncionarios y analistas vienen alertando al gobierno sobre la inminencia de una crisis energética y vienen proponiendo soluciones para conjurarla. “Infortunadamente estas advertencias se han desatendido y se ha permitido el deterioro hasta el punto de alcanzar los niveles de amenaza sistémica que enfrentamos hoy. ¿Está preparado el gobierno —en cabeza de la Superintendencia de Servicios Públicos y del Ministerio de Hacienda— para asumir la intervención de un número significativo de empresas sin afectar la calidad del servicio y sin que se ocasionen los elevados costos fiscales que traen intervenciones de este tipo?, se preguntan los exfuncionarios.
La implosión del sistema eléctrico por lo que se ha denominado el “apagón financiero” de algunos agentes es evitable, según los firmantes de la misiva, “pero lograrlo se requiere reconocer que la ventana de oportunidad para actuar se está cerrando y que el único camino que queda hoy es el de la financiación por parte del gobierno —como la que se ha prometido a través de Findeter y no se ha materializado— de la totalidad de los saldos de la opción tarifaria vigentes.”
Otras medidas que sugieren son la definición de incentivos de precios para buscar las eficiencias en el consumo vía programas de respuesta a la demanda, incentivos reales y de precios para vincular a la demanda en la entrega de excedentes de energía de autogeneración y, en esta coyuntura, mantener y asegurar la provisión de combustibles para la generación térmica. Y por supuesto, el nombramiento en propiedad de Comisionados en la CREG con la debida solidez técnica.
ACIEM propone plan de choque
Por su parte, la Asociación Colombiana de Ingenieros (ACIEM), órgano consultivo del Gobierno en materia energética, también manifestó sus preocupaciones
“Ante el fenómeno de El Niño que podría extenderse hasta abril de 2024 y con el riesgo en el descenso del nivel de los embalses que hoy están en 73%, hemos propuesto un plan de choque para evitar el riesgo de racionamientos de energía en el país. Consideramos que el Gobierno debe liderar las consultas previas con las comunidades; agilizar la entrada de proyectos atrasados; garantizar condiciones financieras a las generadoras y comercializadoras y realizar rápidamente la nueva subasta de energía”, declaró Daniel Enrique Medina, presidente de la Asociación.
En opinión del presidente de ACIEM, el suministro de energía eléctrica podría entrar en riesgo, puesto que, al disminuir el recurso hidráulico, se podría presentar limitaciones en el balance de oferta y demanda y un aumento de precios excesivos con impacto en los usuarios.
“Parte de esta situación se ha reflejado en el aumento del precio del kilovatio- hora en la bolsa de energía, que pasó de $300 en enero de 2023, a estar por encima de los $1.060 en las últimas semanas”: manifestó Medina.
ACIEM agregó que el sector eléctrico ha afrontado acontecimientos institucionales, económicos y sociales que han generado incertidumbre sobre la confiabilidad del sistema y por consiguiente riesgo en el suministro adecuado del servicio de energía eléctrica en el corto, mediano y largo plazo.
Medina señaló que: “Frente al aumento de los precios de la energía, debemos garantizar la competitividad de la industria y brindarle las condiciones para incentivarla de forma que sea un verdadero apoyo a la reindustrializacion que ha propuesto el Gobierno Nacional”.
Promover exploración de gas natural
Frente al riesgo de déficit de abastecimiento de gas natural, ACIEM resaltó que se debe aumentar la producción sobre los campos existentes y promover nuevos contratos de exploración y explotación, lo cual daría tranquilidad al sector, a la industria y ampliaría el nivel de reservas más allá de 2030.
Adicionalmente, propuso ampliar la capacidad de la Planta de Regasificación del Caribe, la cual podría pasar de 400 MPCD a cerca de 450 MPCD a comienzos de 2024 y a 530 MPCD a finales de 2026. “Esta sería una opción económica y rápida para cubrir el déficit de gas previsto en el corto plazo y así dar confiabilidad, firmeza y flexibilidad al sistema energético del país”, dijo Medina.
ACIEM llamó la atención que, en el corto plazo, el mayor riesgo es la indisponibilidad de producción de gas, lo que podría afectar seriamente a la demanda térmica por prioridad de despacho, ante eventos de desabastecimiento, afectando directamente la confiabilidad del sistema y por supuesto a los usuarios residenciales, industriales y comerciales.
De otra parte, tras declararse desierta la licitación de la Planta de Regasificación del Pacífico, ACIEM propone independizar este proyecto del gasoducto Buenaventura-Yumbo. “Creemos que esta planta de regasificación se podría ubicar en la Costa Atlántica, con el fin de aprovechar la infraestructura de transporte existente para suministrar gas importado al interior del país. Una vez el gasoducto Buenaventura-Yumbo esté disponible, la planta regasificadora se podría trasladar a Buenaventura para cumplir su objetivo inicial”: concluyó el presidente de ACIEM.