Retrasos en obras de transmisión, que ya completan una década, tienen al borde de una crisis energética al centro del país.
Cuarenta mil unidades de vivienda suspendidas, un data center cancelado y un centro de logística generando con diésel, son las primeras consecuencias de la falta de capacidad en Bogotá y Cundinamarca para entregar nuevas conexiones del servicio de energía eléctrica.
La razón son las demoras que ya completan una década para construir las líneas de transmisión Chivor-Norte, Sogamoso y Virginia-Nueva Esperanza, que fueron adjudicadas al Grupo Energía Bogotá (GEB) y otros operadores entre 2013 y 2016, pero que no han entrado en operación por falta de licencias ambientales y otros procesos administrativos.
Específicamente, el trámite que tiene suspendidas las obras es el de sustracción de reserva relacionada con la cuenca alta del río Bogotá, que está en cabeza de la Dirección de Bosques del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible.
De no terminarse estas obras, a partir del 2025 podrían comenzar los racionamientos, que eufemísticamente los técnicos llaman restricciones o cortes programados.
De acuerdo con Jaime Orjuela, director de Regulación del GEB, los municipios más expuestos a sufrir cortes de energía son los ubicados en el norte de la Sabana: Sesquilé, Ubaté, Simijaca, Cogua, Zipaquirá, Chía, Cajicá, Nemocón y Tocancipá. Además, se vería afectada la entrada en operación del Regiotram de Occidente y la primera línea del Metro de Bogotá, que funcionarán con trenes eléctricos.
Y es que la región central del país, que cubre los departamentos de Cundinamarca, Boyacá, Meta y Guaviare, tiene un consumo de 3.150 Mega vatios (MW), el 25% de la demanda nacional, pero cuenta con una generación local de 3.500 MW, que la tiene en condición de vulnerabilidad ante cualquier fallo en el sistema.
De hecho, para cubrir la demanda de Bogotá y la Sabana se ha tenido que recurrir a la generación de Termozipa, la única térmica cercana, que funciona con carbón y tiene una capacidad de 166 MW, pero que su operación genera cerca de 90.000 toneladas de CO2 al mes.
El retraso en líneas de transmisión es tal que Bogotá solo cuenta con una línea de 500 KV, mientras que la Costa tiene tres y el Valle, dos. En 2001 la UPME dijo que el centro del país necesitaba de por lo menos dos de líneas adicionales de 500 KV, líneas que debieron haber entrado entre 2015 y 2017 y que su falta tiene hoy al borde de un apagón a la capital de país.