Con el desmonte de los subsidios a la gasolina y el ACPM, los combustibles alternativos comienzan a abrirse paso en el sector automotor colombiano.
Desde 2021, cuando el Ministerio de Minas y Energía (MME) emitió reglamentos técnicos para el desarrollo del AutoGLP en estaciones de servicio, ya se han convertido cerca de 4.000 vehículos livianos, especialmente taxis.
Para proveer el combustible, se han instalado 20 estaciones de servicio, en Barranquilla, Cartagena, Soledad, Medellín, Cúcuta, Fusagasugá y Pasto. Y próximamente se abrirán dos más en Cali.
Para el uso vehícular, el GLP representa una opción técnica, económica y ambientalmente viable. Es un 30% más económico frente a la gasolina, la conversión es similar a la del GNV, con la ventaja que el tanque es más liviano, su poder calorífico es mayor al de sus competidores, y tiene las menores emisiones de gases de efecto invernadero y material particulado.
Aunque en Colombia apenas hace sus primeros pinitos, el AutoGLP es el tercer combustible automotor más usado en el mundo, con 28 millones de unidades, entre vehículos con motores convertidos y dedicados.
De acuerdo con el Balance Energético Colombiano 2021 (BECO), elaborado por la UPME, el GLP solo representa 3,5% del total de la canasta energética nacional, a pesar de estar considerado como un combustible limpio. Esto contrasta con el hecho que el diésel y la gasolina, combustibles más contaminantes, representan aproximadamente el 44,4% del consumo nacional.
Y pese a que el suministro de GLP al mercado nacional por parte de Ecopetrol viene cayendo año a año, al punto que en 2025 solo suministrará el 50% de la demanda, la industria se prepara para enfrentar el déficit con producto importado, luego el país no se verá desabastecido y se viene una competencia interesante entre el AutoGLP y el gas natural vehicular (GNV).
El primer round los estaría ganando el GLP, pues su importación es mucho más fácil que el gas natural, la pueden hacer empresas privadas, con la calidad requerida por el mercado y sin necesidad de hacerle ningún tratamiento adicional.
Por el contrario, la importación de gas natural está atada a la única planta de regasificación que existe en el país (SPEC), la cual está comprometida en 350 millones de pies cúbicos diarios para el parque térmico, mientras Ecopetrol anunció que utilizaría los restantes 100 millones de capacidad para otros usos.
Pero los sobrecostos lo pondrían en desventaja, con el ingrediente adicional que siempre que hay escasez de gas natural en el país, el vehicular es el primer sector al que le cortan el suministro.
NautiGLP, alternativa en ríos y mares
El uso del GLP en embarcaciones es también un segmento nuevo en el país. Desde hace dos años Colgas y Montagas vienen realizando pilotos para que los lancheros se pasen a este nuevo combustible, más económico y con menor huella de carbono.
Ya se han convertido varios motores y se han instalado unas 20 estaciones de servicio fluviales en ríos como el Magdalena, Cauca, Sucio, Sinú y Atrato, al igual que en la costa Caribe de La Guajira y en Tumaco, en el Pacífico.
No obstante, el principal freno al desarrollo del NautiGLP es el precio del motor, que puede superar los 30 millones de pesos, pues se debe hacer reposición. Pero los ahorros en combustible y en aceite hacen que el NautiGLP gane terreno entre los operadores fluviales de carga y pasajeros.